LA SOCIEDAD NOS MARCA – LA CULTURA NOS CUESTIONA – EL SISTEMA NOS CONDICIONA:
¿Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él... ?
¿Y qué hacemos con lo que hicieron de nosotros? ¿Somos libres cuando podemos pensarnos más allá de nuestro estado interpretado ? ¿más allá de cómo hemos sido pensados y hablados?
¿Podemos pensar más allá de la opinión publicada? ¿o somos esclavos de la atención pública?
Muchos, al parecer viven una existencia in-auténtica, falsedad e hipocresía de aquel que discurre y trascurre como un zombie, como un muerto viviente, como uno más del montón.
Vivir en exterioridad absoluta, en una realidad televisiva, trivialidad insoportable. Habido de novedades, de noticias dispares, de tonteras banas.
En la moda (la manada)... cambiando, siempre novedoso pero a la vez igual, terriblemente igual que siempre. Nos decía Ernesto Sábato: “Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son abominables”.
En un mundo donde el “ser visto” por todos es importancia, no importa el cómo ni el por qué, puede ser pateando una pelota o asesinando a John Lennon, la cuestión es ser famoso, fama que se convierte a la larga en tortura insoportable, vacía de contenido, oropel oscuro y frío. Sujetos objetados... objetos sujetados a una insoportable necesidad de ser alguien.
¿Qué hacemos con lo que hicieron de nosotros?
Pues... nos atrevamos a ser libres. Pensemos por nosotros mismos y todo puede llegar a cambiar.
Las mayores revoluciones se pelearon en el cerebro humano.
José de Guardia de Ponté