1eras. JORNADAS DE ETICA Y CULTURA EN LA JUVENTUD DE HOY
Los temas tratados:
1) Violencia juvenil
2) El Bullying, que es, como combatirlo. soluciones.
3) El rol de los padres en lo problemas juveniles.
4) El rol de las instituciones educativas.
5) El doble discurso moral
6) Que es la ética
7) Situación de la juventud ante la ética.
8) Los valores y los defectos del hombre.
9) Existe una caída de los valores ?
10) Existe una caída de las ideologías ?
11) Hacia donde va la humanidad ?
12) Que nos ofrece el folklore ?
Pudieron participar jóvenes de entre 16 a 19 años, cursando ciclo secundario o universitario en mesas de debate, talleres, paneles y presentaciones artístico culturales a desarrollarse en los días 6 y 7 de abril en Salta Capital.
Participaron:
1) Representantes del Colegio Santa Teresa 4to. Año
2) Representantes del Colegio Hipólito Yrigoyen 4to. Año
3) Jóvenes y directivos de la Asociación Mares e Hijos de la Provincia de Formosa - nucleados en la Regional COFFAR Formosa
Fundamentos: La cuestión de llevar a cabo unas jornadas de esta naturaleza es consecuencia de una serie de trabajos y encuentros que venimos desarrollando desde el COFFAR y la Academia del Folklore de Salta desde el 2010. en la ciudad de Salta. Las temáticas desarrolladas fueron: 1) 2010 - “Moral y Ética Ciudadana - La corrupción un tema para debatir en este Bicentenario”, 2) 2011 - “El Malestar en la Cultura – Utopías de una Sociedad Perversa”, 3) 2012 - "La Sociedad de Consumo y las Adicciones", 4) 2013 - "Soberanía Cultural y su desafío para sostener la Identidad", 5) 2014 - “de la crisis de valores a la culturaetica”, 6) 2015 - "Etica y Cultura". En esta séptima etapa planteada para el 2016 se hace necesaria la participación de la juventud con varios objetivos.-
OBJETIVOS:
- Tomar conocimiento directo del pensamiento juvenil con respecto a la moral y a la ética, en el marco de una visión contemporánea de la cultura y la expresión.
- Interactuar con actores juveniles sobre la transferencia generacional de valores.
- Crear un espacio específico de creación y participación de los jóvenes asistentes , que podrán mostrar el pensamiento de las jornadas a través de expresiones artísticas como el teatro, la danza, la música o las artes visuales.-
- Abrir espacios de participación con la perceptiva de crear liderazgo juvenil dentro del COFFAR y el COFAM.
Algunas Conclusiones:
1) EMILIA GAIGORRIA:
En el marco del XL “ABRIL CULTURAL SALTEÑO” , desde el COFFAR se propuso realizar las Primeras Jornadas “Ética y Cultura en la Juventud de hoy”, las que se desarrollaron los días Jueves 7 y Viernes 8 del mes de referencia con la participación de alumnos de los Colegios Santa Teresa y Hipólito Yrigoyen de la ciudad de Salta y la Asociación Madres e Hijos de la Provincia de Formosa nucleada en la Regional de COFFAR Formosa.
El encuentro se ha realizado con las ansias de confraternizar, proyectando el grupo juvenil formoseño un video en el que se muestra el trabajo artístico y solidario que realizan en las distintas regiones de la Provincia resaltando la diversidad étnica y regional de Formosa, caracteres que implican una riqueza profunda pero a la vez un arduo trabajo para armonizar las diferencias.
Después de un interesante debate entre los alumnos y la participación de los docentes y coordinadores, los adolescentes y jóvenes fueron enfocando la mirada a situaciones de riesgo que les preocupa como el bullyng.
Al final de la segunda jornada se comenzaron a diseñar las propuestas de los jóvenes.
En este aspecto hubo una diferencia marcada entre los alumnos de Salta – Capital con los de Formosa, afinando la atención en la problemática evidente que surge de esas realidades diferentes.
Para los primeros son las siguientes:
- Se ha considerado de capital importancia ante cualquier problema, comunicar a los padres para que tengan conocimiento real del mismo.
- Designar un docente auxiliar o maestro/a de apoyo para realizar un seguimiento personalizado a los alumnos, debiendo confeccionar un Informe Individual-
- Determinar un orden de tareas diarias para realizar.
- Realiza este tipo de jornadas con los padres.
- Buscar la causa de los problemas articulando la interdisciplinaridad, para realizar un trabajo integral.
- El Profesor Coordinador de Salta destaca la solidaridad de los chicos, cada uno desde su realidad.
Para Formosa la realidad es otra y para armonizar con la primera propuesta se sumaría un “concejo de convivencia”,
- Ante la propuesta de Salta de la presencia de un mediador para que acerque un acercamiento entre docentes y alumnos el panel formoseño considera que sería agresivo insertar una persona extraña.
- Salta reafirma la propuesta considerando que los padres podrían reunirse fuera del colegio para tratar la problemática que pueda surgir porque lo importante es proteger al alumno.
- Un lineamiento a nivel directivo,
- Convocar en forma articulada con la comunidad a la que se debe mirar como un par social.
Tomar a la participación estudiantil y comunitaria como un derecho para transformar las diferentes realidades.
Consideran que el Encuentro ha sido positivo, se ha dado un paso adelante, se abrió una puerta, se descubrió otra mirada.
Consideran fundamental señalar problemas éticos, de valores.
La propuesta final es fortalecer y dar herramientas para cambiar el paradigma que viven actualmente los niños y jóvenes, buscar un cambio a nivel individual y transferir esa propuesta de cambio a la sociedad, es decir que se debe buscar trascendencia y que tenga proyección.
Que sean los jóvenes los protagonistas. Sean ellos organizadores y representantes. Para ello lanzar una convocatoria amplia.
Que los encuentros no sean cerrados sino abiertos en los que además de debatir se realicen acciones concretas mostrando la amplitud el arte y las formas de vida.
Yolanda Sangari tomó la palabra para resaltar la importancia de la Ética, la que tiene que estar presente en todos los actos de la vida.
Para concluir, el Profesor José de Guardia centró la atención en la Identidad, el Folklore, la Preservación y la Ética.
EMILIA BAIGORRIA
2) YOLANDA SANGARI
Me atrevo a arriesgar algunos y si no, pueden considerarse como posibles.
Reflexionar acerca del concepto de ética y moral.
Promover su identificación a través de ejemplos de la vida cotidiana
Incentivar en los participantes actitudes volitivas, que despierten deseos de solidaridad, promoción social y actitudes de comprensión frentes a las diversas diferencias.
Disciplinar en la tarea de la creación de hábitos éticos morales en consonancia con el respeto de las diferencias de todo tipo, especialmente étnicas, sociales, económicas, intelectuales.
Algunas expresiones registradas acerca de la Ética
“Una ciencia práctica diríamos que tiende a procurar el bien, hacer el bien, o a evaluar los actos humanos dentro de lo que se considera bien o mal.”
“…..Estamos en presencia de una ciencia del obrar, pero del obrar propio de los actos humanos, no de cualquier acto, que no pueda denunciarse como bueno o como malo.”
“Alguien definió una vez que los actos humanos son los que proceden de la voluntad deliberada del hombre.”
“La Ética es una ciencia que parte de la Filosofía con características propias de lo práctico, que lleva al obrar, y al obrar bien, sino no puede admitirse la legitimidad de la ciencia.”
Pero la pregunta en este sentido, es: ¿obrar bien con respecto a qué?, ¿a quién?, ¿para qué?, ¿para quién?...y por sobre todas las cosas… ¿por qué?.. ¿Cuál es la norma?”
Con respecto a la moral…
“La Moral, es la ciencia, parte de la Teología práctica, que se encarga también de los actos humanos, también de los actos humanos en orden a una norma objetiva de moralidad, de ahí la similitud y por qué no la confusión con la Ética, pero……le podemos agregar el presupuesto de fe y completar la definición , que la Moral estudia los actos humanos también y casi principalmente en orden a Dios.”
El dibujo que sigue es el ejemplo que durante el debate se tomó para graficar verbalmente, cómo el autor (Quino) señalaba los valores actuales. (Te ruego , con tu consabida habilidad, mejorar la definición del mismo, si te parece útil. )
Luego de los intercambios, los participantes acordaron que era una visión apocalíptica de los valores y que sin duda existen herramientas y actitudes para mejorarlos y rescatarlos.
Una mesa redonda, con los participantes “face to face” permitió intercambios ricos, veraces y auténticos acerca de los siguientes temas:
-violencia
-boulling
-Valores y dentro de éstos se analizaron los conceptos de ideología y de doble discurso.
Más allás de trabajar los conceptos y de ejemplificar cada uno de ellos, fue impactante escuchar de los participantes afirmar que:
“….la violencia y el boulling se evidencia de modo casi permanente en los establecimientos educativos, pero que sin embargo se “hace invisible” o “se niega o minimiza” entre las autoridades, por –supuestamente- temor al desprestigio institucional.
“- No… esto en nuestro colegio no existe, no ocurre”
Esto dio como resultado una profunda reflexión de los jóvenes participantes y de los docentes acompañantes, para generar un PROYECTO INSTITUCIONAL generando propuestas factibles de llevar a la práctica en forma conjunta desde el ámbito familiar, y en forma conjunta con las instituciones educativas.
Es de hacer notar que si bien las características de los grupos participantes eran radicalmente diferentes, esto dio paso a la toma de conciencia de realidades en donde se entrecruzaran la “teoría y la práctica” de los valores, “ pero que podrían unirse para ser una sola” con un mismo fin. (Expresiones del docente Tutor del colegio de capital)
(Esto, en alusión a las delegaciones de Formosa, quienes expusieron en forma oral y a través de presentaciones ppts., imágenes de las acciones solidarias que llevan a cabo en sus lugares de origen, transmitiendo valores y cultura. Por otro lado, el grupo representativo de Salta Capital, dando muestras de un profundo conocimiento sobre la temática, de reflexiones críticas y ricos aportes.
En suma:
Proponemos una ética de la responsabilidad, una ética para el desarrollo de los pueblos, aquella de la lucha, no de unos contra otros, sino de todos juntos para todos. Esa ética pasa por la solidaridad , inmediata, espontánea , próxima , real , por la aceptación de las debilidades institucionales, por el reconocimiento de la ausencia de los padres en los hogares, por la omisión de los actores sociales en todo lo que nos atañe a mejorar y rescatar valores.
Tomamos estas palabras para transmitirlas como un deseo esperanzador:
Buscamos un mundo, no sin desigualdades , sino con igualdades en las desigualdades , buscando lo esencial que es la dignidad del hombre , los derechos humanos , la educación para todos , la justicia practicada , la ley vivida como bondad necesaria y el humanismo. (Kinersman)
Prof. Yolanda Sángari
3) PALABRAS FINALES DE JOSÉ DE GUARDIA DE PONTÉ
Pasado unos días, rememorando algunos pasajes de la actividad llevada a cabo, me viene una sensación de paz y satisfacción porque pienso que de alguna manera existe en nuestra juventud argentina una integridad asombrosa.
Lo primero que puedo decir es que no se ha perdido el entusiasmo, a pesar de las mufas constantes que bombardea la televisión, de las profecías apocalípticas de los vendedores de miedo, y de todo el fin del mundo que promete Discovery Channel.
Creo antes que nada que la juventud de hoy sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere. Tiene muy claro los males que la aquejan y exige las soluciones que por derecho le corresponde porque justamente la juventud viene sólo una vez en la vida.
Don Bosco decía que nuestros jóvenes más que hechos para el placer están para el heroísmo y lo he podido ver en este encuentro cuando compruebo como están dispuestos a luchar por un futuro mejor, derribar las injusticias, renegar de los conductores que desorientan y de los intereses extraños que dañan nuestra patria.
Sería triste pensar en darle la espalda a estos chicos, saber que le hemos traicionado, que nuestros mejores deseos y nuestros sueños sagrados pasaron sin pena ni gloria, cual hojas en el otoño desolado.
José de Guardia de Ponté
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES LLEVADAS A CABO
Día jueves 7
10:00 hs. Palabras de bienvenida a cargo del Presidente de Pro Cultura Salta
10:05 hs. Palabras de los Directores Invitados de Formosa y Catamarca
10:15 hs. Palabras del Director Nacional del COFFAR Prof. José de Guardia de Ponté
10:30 hs. Presentación de Delegaciones y jovenes invitados -
11:30 hs. Talleres de integración.
12:30 hs. Lunch de bienvenida.
13:00 hs. Cierre
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17;30 hs. Apertura de actividades
17:35 hs. Mesa Rosario de Lerma
18:15 hs. Mesa Teatro
19:00 hs. Mesa Formosa
19:45 hs. Mesa Colegio Santa Teresa
20:30 hs. Mesa Catamarca
21: 15 hs. Cierre
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Día viernes 8
09:30 hs. Apertura
09:35 hs. Asamblea Juvenil COFFAR
1. Elección de un Presidente y un Secretario de Actas
2. Establecimiento de un Orden del Día
3. Desarrollo
4. Lectura de Acta y firma de los presentes.
11:30 hs. Actividades Artísticas
12:30 hs. Luch
13:30 Cierre
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17;30 hs. Apertura de actividades
17:35 Mesa redonda en discusión de las ponencias
19:00 hs. Conclusiones
19:45 hs. Entrega de Certificados
20:30 hs. Palabras Finales
21: 15 hs. Cierre
Ejes Temáticos y bases de lectura:
CONSIDERACIONES PREVIAS
--- El siempre actual debate que desvela, saca al aire la discusión y trata de echar luz a los nuevos tiempos posmodernos ha generado una polémica en la que se manejan elementos sociales, éticos y de concepción humana, en cuanto siempre representa la necesidad de replantear el marco conceptual de nuestra cultura y de nuestro devenir.
Hay quienes, en tensión cuestionadora y atormentados por la posible pérdida del futuro, del mundo y del más allá en una visión fantasmagórica, holocáustica - si se quiere ser más preciso- abogan por una especie de «hermenéutica del desencanto», que culmina en un cinismo cómplice de cualquier cosa y a cualquier precio.
Otros intentan desenmascarar conjuras o planes nefastos del capitalismo aterrador y perverso sin jamás diagnosticar sus causas y prescribir los remedios y lo hacen entre la antropología cultural, la ciencia de la economía y la hermenéutica filosófica; lo cierto es que el mundo moderno sigue su curso con nosotros encima, sufriendo y gimiendo una vida molesta.
La «condición posmoderna» admite definiciones para todos los gustos. La más común es aquella que la define como resultado de la simbiosis entre contracultura estética y nihilismo sofisticado. El intelectual judío Lipovetsky, por ejemplo, define el posmodernismo, como «la democratización del hedonismo». Parece que todo se resuelve con palabras, encuentran una palabreja, la ponen de moda y se hacen la ilusión de que con ese vocablo resuelven los problemas de la realidad, la cual lamentablemente es cruda y cruel ya que al contrario de lo que se añoraba antaño la desigualdad entre los hombres es punto y eje de la cuestión.
Sufrimos por excesos y por extremos: hay quienes mueren por indigestión y quienes de hambre, hay en el mundo tantos hambrientos como gordos. Los hambrientos comen basura en los basurales; los gordos comen basura en McDonald's. Hay quienes mueren por un trabajo y otros se matan trabajando, suicidios por desocupación – suicidios por hiperactividad. Y siempre envueltos en una vorágine de consumismo.
El hombre es el único ser de la creación que concibe la idea de “DIOS” y actúa como si no existiera.
La cultura social que las personas modernas necesitan es aquella que promueve valores colectivos de entendimiento, respeto y cooperación, desde donde nace el conocimiento y la base de un concepto moderno del trabajo y de la producción. No obstante, entremezclada con esta corriente que impone la globalización y la sociedad de mercado moderna,vemos como avanza también una cultura que promueve un menosprecio de los valores que salvaguardan el bien común y la libertad colectiva, en favor de un individualismo sordo al sufrimiento social. La ética se ha convertido en un recurso abstracto y teórico más que una experiencia primordial de la vida humana.
Por esta razón se busca debatir sobre esta cara oculta de la sociedad postmoderna en donde reina la indiferencia de masa, sentimiento de reiteración y estancamiento, autonomía privada, innovación superficial y el futuro no se considera o asimila; esta sociedad quiere vivir aquí y ahora. No tiene ídolo ni tabú, regidos por el vacío, un vacío que no comporta, ni tragedia ni apocalipsis. También puede notarse una nueva era de consumo que se extiende hasta las más cerradas esferas; el consumo de la propia existencia a través de la propagación del sufrimiento.
La cultura postmoderna amplía el individualismo al diversificar las posibilidades de elección, anular puntos de referencia, destruir sentidos únicos y valores superiores; es una cultura despersonalizada o “hecha a medida”. Predomina en esta era el valor del derecho de realizarse por encima de los demás.
Por tal motivo desde el Consejo Federal del Foklore y la Cultura Popular de Argentina - mujeres y hombres de bien, pretenden crear un punto de luz ante el abismo, que marque un necesario principio que muchos llaman "ESPERANZA".
José de Guardia de Ponté
Artículo 1
CORRUPCION Y POBREZA
La relación entre corrupción y pobreza es compleja en América Latina aunque nadie duda que existe una íntima relación.
Si de por sí, el concepto de corrupción es difícil, más aún el de relacionarlo con otros de mayor envergadura. Aún así y partiendo de la base de que la corrupción pública es fundamentalmente “… el abuso de un cargo o posición de poder y de los recursos públicos para la obtención de beneficios personales en desmedro de la sociedad en su conjunto”. Y a nuestro entender, hubo un “increscendo” de dicha corrupción con elfortalecimiento de las relaciones mercantiles y/o capitalista en los países latinoamericanos. Podemos por consiguiente determinar que la pobreza fue subiendo de niveles cuanto más subía esta corrupción.
No es casual que los países más corruptos son también los más pobres del orbe. Pero, ¿cómo se interrelacionan estas dos variables?
Buena parte de los estudios especializados en la materia concluyen que la corrupción no produce pobreza en forma directa, pero sí contribuye a agravarla en forma indirecta.
Así, la corrupción limita las posibilidades de un crecimiento económico serio, ya que los funcionarios corruptos en el afán de conseguir sus ganancias dan prioridades a políticas especiales como la obra pública donde es factible la manipulación de los presupuestos o cualquier otro gasto público sin importar que beneficios trae a la comunidad. Esto, obviamente, impide el desarrollo de una infraestructura adecuada, deteriora la calidad de los servicios públicos, perjudica la actividad tributaria y limita las posibilidades de generar empleos permanentes y bien remunerados. En otras palabras, la corrupción impide el crecimiento económico, produce recesión, lo cual, a su vez, genera pobreza.
En igual medida se limita la efectividad del gasto social y la formación de capital humano, ya que merma la cantidad de recursos que efectivamente se destinan a programas de salud, educación, deporte,cultura y esparcimiento, y reduce la eficacia de esas erogaciones. Esto desmejora la calidad de vida de la población, y limita las posibilidades de superación social y económica de los más desposeídos.
Es penoso sentir por algunos medios que la corrupción de alguna manera es “un mal necesario” que agiliza cuestiones de modernización ante leyes castrantes e inmovilizadoras, herencia de un pasado retrógrado. En definitiva los “medios” siguen secuestrando y extorsionando a los “fines”.
“Roban pero hacen…” me decía un puntano orgulloso de su San Luis, como justificando y legitimizando unapráctica inmoral pero eficiente. El problema es que la experiencia nos ha demostrado que la corrupción a la larga muestra sus frutos de miseria y postergación, puesto que en la mayoría de los casos provoca profundas brechas de desigualdad social y elenriquecimiento de los sectores más privilegiados va en contraposición de los sectores más vulnerables.
Flexibilidad laboral, despidos indiscriminados, trabajo en negro, corrupción de los gremios, doble compatibilidad, bajos salarios, desempleo, discriminación laboral, trabajo infantil, son las prácticas corrientes que se utilizan en contra del sistema productivo, reforzando con contribuciones estatales y seguros sociales míseros por desempleo en todas sus formas, que no hacen más que reforzar la pobreza y la ignorancia. Pero estas no son las únicas causas como pretenden definir las corrientes neo-liberales, ya que vemos corrupción y pobreza tanto en países subdesarrollados como en países poderosos donde las empresas se convierten en máquinas depredadoras y los estados son cómplices de los caprichos del mercado, acarreando por resultado crisis económicas que por supuesto pagan los pobres del mundo y el pobre mundo con ellos.
Cuando entramos en los terrenos de las crisis, las inversiones a largo plazo, los planes estratégicos y las políticas de acciones específicas se convierten en especulaciones perversas, inflación, bicicletas económicas, retención de ahorros, fuga de capitales, vaciamiento de empresas y toda una gama de recetas ya conocidas y experimentadas por el FMI, el BID o el Banco Mundial.
Y esta forma de corrupción, la que impide elcrecimiento y acentúa la pobreza es una de las formas más comunes que podemos observar en nuestros días.
En este sentido no estamos hablando de la corrupción individual, estamos refiriéndonos a la Macro-Corrupción, a la corrupción como sistema económico. Pero he aquí que cuando se vive sumergido en este estado o sistema corrupto, sus artífices y defensores hacen incapié en que la mayor responsabilidad la tiene el individuo que compone esta sociedad, y los ejemplos sobran: los culpables somos todos, no pagando los impuestos, evadiendo las multas de transito, violando las leyes de convivencia, robando señal de tv o llevándonos los jabones de los hoteles. Nos dicen descaradamente que el peor corrupto es elque está frente al espejo.
El mundo se ha dividido entre corruptores y corruptos y el cambalache es la casa de todos.
Es cierto que existe una responsabilidad individual pero de ninguna manera es la causa que nos impide hoy cambiar la situación. Con mensajes subliminales y mesiánicos nos invitan a cambiar de actitud para así salvar al país y al mundo entero. Y como la culpa siempre la tiene otro, pues que viva la Pepa y sigamos así que no hay mal que dure mil años…
Y las empresas consultoras al servicio del sistema se ponen a preguntar por las calles cosas como: “si le sacan una multa de tránsito Ud. la paga?” o “le dan mal el vuelto en el banco – Ud. denuncia el error?. Los resultados son previsibles, lo que no anotan claro está son algunos comentarios que realizan los encuestados como “no pago la multa porque esa plata va a parar a los bolsillos del intendente que es un ladrón, un corrupto y fundamentalmente un h.. de p…”
Preocupa, entonces, ver la corrupción que impera en nuestro país, y la poca conciencia que existe entre nuestros compatriotas acerca de la relevancia y gravedad de ese flagelo. Pero lo que más preocupa es la ceguera que existe de con respecto a la pobreza. No es posible que sigamos siendo indiferentes ante esta realidad que a su vez genera, como la caja de pandora, una variedad de males como la inseguridad, las adiciones, las enfermedades, la desnutrición y mortalidad infantil, la ignorancia, la falta de futuro etc.
Creo firmemente que el cambio se puede producir cuando cambiemos la visión de una democracia delegativa a una participativa. Sería posible si los actores asociados participarían como fuerzas generadoras de opinión pública.
Hoy necesitamos un nuevo pacto y/o contrato social y eso, sería sólo posible, si las organizaciones no gubernamentales – Universidades – Estudiantes – Obreros – ONGs Sociales – Asociaciones Profesionales – Fundaciones etc., actuaran en un frente único en pos de ese bien común.
Josè de Guardia de Ponté
Artículo 2
De la crisis de valores a la Culturaetica
Introducción
Se llama moral al conjunto de normas de comportamiento generalmente aceptadas por una sociedad, estas normas marcan lo que está bien y lo que está mal y se van afianzando por las costumbres y se mantienen por la tradición. La moral y la ley suelen estar íntimamente relacionadas ya que estas normas morales se formalizan en el derecho. Aunque no siempre las leyes son morales o justas.
Ahora bien - la ética es la reflexión sobre las diferentes moralidades que se dan en las sociedades del mundo, por ello, la ética supone una actitud crítica sobre la moral y sobre las leyes.
La ética se supone una sola – mientras que morales hay muchas. La ética es la acción disciplinar que estudia la moral.
ETICA APLICADA
La ética aplicada constituye una de las áreas más prolíficas y actuales de nuestro tiempo ya que se aplica en las áreas de la sociedad donde es necesario determinar las acciones correctas.
Ámbitos como la bioética, la ética empresarial, la ética ambiental, la ética legal, la ingeniería ética, la ética de la comunicación, la ética del ciberespacio, etc. Éstos y muchos otros ámbitos, donde se lleva a cabo un intento de tratar con problemas éticos que surgen en la vida cotidiana, constituyen el objeto de estudio de la ética aplicada.
En la Cultura
Dentro de la acción cultural vemos situaciones éticamente cuestionables en particular cuando esa acción está relacionada con los intereses políticos, económicos e ideológicos.
Véase el caso puntual de la mercantilización de la cultura ya que uno de los fenómenos más representativos de las transformaciones socioculturales en la época contemporánea se refiere a los cambios en los modos de producción y consumo de cultura. La cultura es decir, la manifestación de las ideas, significados, valores, sentimientos y experiencias humanas, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado, ha sido convertida en un producto de consumo generado desde las industrias culturales y este fenómeno se conoce como el proceso de Mercantilización de la Cultura.
Que significa: desde el arte los seres humanos crean sentimientos preciosos e irrepetibles, objetos de amor, de belleza, de estética. Desde la publicidad los mercaderes ofrecen estos sentimientos, les ponen un valor de compra y venta y lo subastan al hambriento mundo consumidor que todo lo devora.
Dicho de otro modo, en el tiempo actual la cultura ha sido cosificada, convertida en un producto o mercancía que se vende y se compra, y que al igual que otros productos y bienes materiales, responden al proceso de elaboración, distribución y comercialización industrial en masa: con propietarios, trabajadores, intermediarios, consumidores etc.
Las mercancías culturales, en este sentido, ya no son parte de los artistas, ya no son parte de la gente ni de su entorno o región; se vuelven parte de un espectáculo o show exhibicionista, de un valor que ya no depende de su belleza si no de su fama y su peso en oro. Y todo va de la mano, los fenicios de la industria imbuidos de estas mercancías marcan la tendencia de la moda en ropas, perfumes, autos, casas, e incluso se aplica a los espacios de recreación y turismo. Y todas estas tendencias, que en la jerga del mercado se llaman "servicios", nos eligen los gustos, lo que debemos comprar, lo que debemos disfrutar. El servicio nos compra – no al revés.
Y el círculo se cierra cuando estos objetos consumibles que tienen la marca como esencia, nunca se presentan con estos valores sustantivos sino que se subliman en aspectos culturales. Extraña paradoja humana – convertimos lo ideal en objetos de consumo y luego lo barnizamos de cultura.
Un ejemplo muy sustancioso es el retoque (retoqueteo) o embellecimiento del casco histórico de la ciudad de Salta. En todas las esquinas se colocaron forjados faroles "coloniales" de potente luminaria. En el marco del patrimonio arquitectónico de la ciudad nunca existieron históricamente. En la plaza 9 de julio se levantó el pavimento y se colocó en su lugar adoquines florentinos que se usaban en la antigua Sevilla. En Salta nunca se vio esto – se usaba laja de piedra sedimentaria muy abundante en el Valle de Lerma. O sea – No se discute que Salta ha quedado muy bella pero se disfrazó una ciudad colonial de otra ciudad colonial. Lo correcto habría sido realizar un trabajo de embellecimiento respetando los cánones históricos y de seguro habría quedado igualmente bello.
Ahora bien, en materia de folklore, las industrias discográficas que influencian en los festivales como Cosquín o Jesús María buscan distorsionar los valores, las vestimentas, la música y las danzas en pos de un mejor show o espectáculo televisivo donde el regente es el dinero, el cual, nada tiene que ver con las tradiciones y los saberes populares.
La necesidad de discutir la cultura en el campo de la ética aplicada:
Ante estos fenómenos, acentuados y multiplicados con la expansión de la industria turística, que va re-significando los entornos sociales y culturales con el paso de los años, deberíamos plantearnos el establecer un sistema de pensamiento ético que reflexione primero sobre estas y otras cuestiones, para luego desarrollar acciones que minimice los impactos que esto genera en el patrimonio cultural y en la identidad de los pueblos.
Para reducir la frecuencia y gravedad de estos problemas se debería tener en cuenta de tomas las siguientes medidas:
1. Comunicar claramente las normas éticas que rigen a la cultura y su accionar.
2. Crear un consejo de Etica Cultural o Culturética que tenga la capacidad de análisis así como de ser autoridad para responder a quejas e indagaciones.
3. La Autoridad de aplicación expresará además reconocimiento a la conducta ética extraordinaria y actuar con decisión en las violaciones a la ética.
José de Guardia de Ponté
Artículo 2/1
“Valores” es una palabra ambigua, que casi siempre se utiliza en plural porque implica un sistema de significaciones que asociamos con comportamientos éticos positivos o negativos; aunque en un principio “valor”, en singular, implicaba únicamente la valía de algo en el sentido económico de intercambio de valor. En la actualidad, hay un abuso en los discursos políticos del término valores que se esgrime para interpelar algo que nos conmueve socialmente. Los valores pueden ser progresivos (el valor de la solidaridad con las personas víctimas de un agravio, el valor de la crítica ecológica al sistema de bienestar), reactivos (los valores tradicionales de tipo familiares, nacionalistas, de defensa de grupos de edad, que se esgrimen para denunciar los cambios como algo negativo en sí) o de reacomodamiento. Toda actividad humana, sus tendencias, objetivos, formas, procesos y los sujetos que involucra, producen una significación social, en la medida en que favorece o no el desarrollo de la sociedad. Esta significación produce un sistema de valores, que es histórico y, por lo tanto, cambiante, dinámico, relacionado con condiciones concretas. No obstante, los grupos de poder pueden instituir socialmente algunos valores, influyendo en la educación y la cultura, e imponer su sistema como la medición adecuada de las ideas y comportamientos de las personas en una sociedad. Estos valores son por lo general de tipo reactivo, conservador. En ellos se instalan los prejuicios sexistas y racistas, por ejemplo. El feminismo desde muy temprano reaccionó contra los valores que se utilizaban para mantener a las mujeres en un lugar determinado, impidiéndoles su construcción como sujetas de su vida y destino.
Adriana Valentini
Artículo 3
CULTURA Y ÉTICA PARA EL DEBATE
Posición puesta en consideración en la Mesa Panel "DE LA CRISIS DE VALORES A LA CULTURAETICA"
Hace unos días, más precisamente el sábado 22 de marzo de 2014, el editor en arte Eduardo Villar de la Revista de Cultura Ñ de Clarín publicó un revelador artículo titulado “Un mercado en auge, para pocos” donde dice que el volumen total de las ventas de arte y antigüedades alcanzó en 2013 65.000 millones de dólares; que el interés por ver arte incorpora cada vez mayor cantidad de público y que el número de visitantes a los museos no deja de crecer. Al mismo tiempo, el mercado del arte se concentra cada día en menos manos; sólo el 8 % de las obras subastadas en todo el mundo durante 2013 recaudó el 82 % del dinero pagado. En todo el mundo hay 600.000 coleccionistas de nivel medio y alto, pero los que importan realmente no llegan a 200.000; la tercera parte son estadounidenses; los chinos son los segundos compradores del mundo con un 24 % del gasto total y los británicos los terceros con un 20 % del total; es decir, que el gasto se concentró en tres países; esa elite concentra una riqueza de 28 billones de dólares.
España es el país europeo que más ha recortado el gasto público en cultura desde 2011. Al menos eso se desprende del estudio 'El modelo español de financiación de las artes y la cultura en el contexto europeo', dirigido por Arturo Rubio (Universidad Antonio de Nebrija) y Joaquim Rius (Universitat de València), que recoge "descensos significativos" en la inversión durante los últimos tres años.
Los datos cuantitativos se expresan en números rojos en casi todos sus indicadores, como la participación, las ventas, la facturación o el empleo. En esta coyuntura, el mundo cultural vive la situación con creciente desconcierto, caracterizado por la fragilidad de las estructuras sobre las que se asentaba su financiación.
Según el último censo de 2010, en la Argentina el 10% de los mayores de 15 años no terminó la escuela primaria. El 56% de los argentinos no termina los estudios secundarios y el 44% de estudiantes que sí lo hace, casi la mitad tiene rendimiento bajo y hay un alto porcentaje que no comprende lo que lee. Esto se ve en los resultados que la prueba internacional PISA viene informando desde 2000, cuando asegura que el 52% de los chicos argentinos de 15 años no entiende lo que lee.
La Unesco ha establecido que la inversión en cultura no sea inferior al 1 % del presupuesto nacional; Brasil gasta el 0,6 %, México y Uruguay el 0,5 %, Argentina sólo el 0,23 % y la “cabeza de Goliat” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires gasta por habitante un promedio anual de 90 pesos; el denominado “resto del país” excepto Córdoba y Rosario tiene algo menos de un promedio de 5 pesos por habitante.
Piratería imparable. Los observatorios de piratería y hábitos de consumo de contenidos culturales digitales muestran que las descargas ilegales siguen aumentando. La situación muestra un panorama desolador; en algunos países el 84% de todos los contenidos consumidos es pirata.
Como ejemplo, en España más de la mitad de la población internauta (51%) descarga ilegalmente contenidos protegidos por derechos de propiedad intelectual, hasta superar en 2013 los 3.192 millones de descargas ilegales (un 4,6% más que en 2012); por tipos de contenido, música lo hace el 27% (1.974 millones de descargas ilegales), películas el 43% (720 millones), libros el 21% (302 millones) y videojuegos el 9% (196 millones).
El valor total de lo pirateado online, un 6,5% mayor que en 2012, supera los 16.136 millones de euros: 6.067 millones de euros en contenidos musicales, 3.814 millones en cine, 4.418 millones en videojuegos y 1.837 millones en libros. Todos los tipos de contenido se piratean más que en 2012, a excepción de la música, que muestra un leve descenso. Los libros, por el contrario, acusan la subida más significativa, al haberse triplicado en 2013 el valor de lo pirateado con respecto al año anterior.
La piratería provoca grandes pérdidas económicas a la industria de los contenidos, destruye puestos de trabajo -o impide que se creen- dedicados a producción y distribución de música, libro de ocio, películas y videojuegos, y reduce los ingresos del Estado.
La mayoría de los internautas ve como normal no pagar por algo que puede obtener gratis; además de la gratuidad la accesibilidad a los contenidos piratas son rápidos y fáciles; se cree que acceder a contenidos pirateados no perjudica a ninguna industria; todos saben que piratear es un delito que puede tener consecuencias legales pero, por ahora, no pasa nada.
Seguramente se deberá impulsar una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que pueda ofrecer medidas realmente eficaces para frenar las descargas ilegales con una normativa que introduzca las mejoras necesarias para lograr su máxima eficacia en la persecución de la piratería.
La cultura y el arte tienen un papel central en el desarrollo económico y social de cualquier país y es una industria generadora de bienes comerciales y bienes culturales.
Cultura, en sentido amplio, es el conjunto de prácticas, de instituciones, de normas en las que asienta nuestra convivencia. Cultura es también el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico y un conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social y basado en un relativismo cultural.
Cultura popular es el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. Las culturas populares hay que buscarlas en las comarcas, en las comunas, en los municipios (la Argentina tiene 2.100 municipios de los cuales un 80 % tienen menos de 10.000 habitantes, muchos de ellos carecen de bibliotecas populares; entre las ciudades que tienen entre 30 – 40.000 habitantes el 60 % no tiene salas de cine) y, más aún, todavía no hay forma de enterarse en forma universalizada en nuestro país de los proyectos y acciones culturales de las diferentes regiones y lugares de nuestra extensa geografía; no hay un sistema de información cultural.
Vincular cultura, ética y moral como propone este debate es difícil y casi infructuoso porque, entre otras cosas, sigue en vigencia aquello de O tempora, o mores que es una locución latina que se puede traducir como ¡Oh tiempos!, ¡oh costumbres! La utilizó Marco Tulio Cicerón en su primera Catilinaria en su discurso contra Catilina, quien había intentado asesinarlo, Cicerón deplora la perfidia y la corrupción de su tiempo. La frase se emplea, generalmente en tono jocoso, para criticar usos y costumbres del presente, recordando la época de las buenas costumbres como si en otras épocas siempre existieron las buenas costumbres y los valores absolutos.
La ética o filosofía moral trata de varios asuntos como los deberes que tenemos hacia nuestros semejantes, las normas que rigen la vida de las personas decentes, los valores sociales que nos gustarían que sean respetados, los mandamientos divinos, las pautas de conducta de las diversas épocas y sociedades, las razones que puedan justificar el obrar de una u otra manera y tiene la finalidad de encontrar principios racionales que determinen las acciones éticamente correctas y las acciones éticamente incorrectas, es decir, busca principios absolutos o universales, independientes de la moral de cada cultura.
La palabra ética significa sencillamente una ordenación moral del mundo pero también significa una manera de ser y el lugar donde la ejercemos; en ese ámbito se asientan las costumbres, las valoraciones, los principios, los hábitos, las personas y los objetos que nos rodean o sea el mundo concreto que hemos elegido para vivir. Este mundo nuestro es una opción íntima y tal vez definitiva que se construye con esfuerzo voluntario para darle forma y contenido, presencia viva y palabras para nombrarlo, desarrollarlo; en todo caso es una creación deliberada.
La moral trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. La moral no es absoluta ni universal. El relativismo cultural hace que la moral esté o no vigente según cada región y cada grupo social.
La sociedad humana ha construido una axiología o teoría o tabla de valores consideradas dignas, con valor, ética y moralmente aceptables.
La dificultad para juzgar y regular determinadas conductas consiste en la confusión de diversas perspectivas de valoración consideradas primordialmente éticas.
El grupo humano al que pertenecemos nos propone o nos impone una lista de valores de la vida y la libertad; cada uno de nosotros se ve obligado a reflexionar sobre ellos y a incorporarlos o no a nuestra vida personal y a nuestra relación con los demás.
Los valores socialmente aprobados quedan codificados en normas y leyes que explicitan en forma pública e imperativa la conducta requerida o la inconducta sancionada.
La sociedad inculca por medio de coacciones esos valores que van desde la desaprobación y condena social hasta los más drásticos castigos. Convierte en valores inteligibles y comunicables lo que motiva las acciones humanas.
El eco subjetivo de todo esto son los sentimientos de obligación y responsabilidad o sea la vocación de no ser indiferentes ante los valores puestos en juego aquí y ahora que configuran la conciencia en el sentido moral.
La ética no se centra en la prevención y castigo de los delitos ni en proporcionar legitimaciones para las debidas coacciones. Para la ética lo malo no es aquello que puede ser sancionado sino lo impropio de la conducta humana; es preciso desjudicializar la moral.
El amor propio o el egoísmo bien entendido son la base de los valores humanos más estimables y muchas veces la ética se demuestra cuando actuamos contra nosotros mismos, es decir con lo que nos desmiente o contraría.
Las personas y las sociedades humanas tienen la capacidad y la necesidad de convertir en valores lo que motivan sus acciones.
CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD ACTUAL POSMODERNA
FUENTE: Slavoj Zizek y Silvia Ons; 2009
• Falta de ideologías,
• Crisis de sentido,
• Crisis de lo real,
• Discursos deshabitados,
• Abismo entre lo que se dice y lo que se hace,
• Pérdida de legitimidad del poder,
• Ética anacrónica,
• Desgaste y falta de valores inmutables,
• Falta de auténtica convicción,
• Derrumbe de los sistemas filosóficos y morales,
• Hombre vacío, sin trascendencia, sin fundamentos, inmerso en la nada, sin referencias históricas,
• Identificaciones colectivas con arranques de violencia,
• Fragmentación y desamparo,
• Caída de los ideales comunes,
• Pérdida de la autoridad,
• Ausencia de construcciones ideológicas capaces de orientar a los sujetos,
• Producción de un estado de alarma permanente,
• Matriz de pánico en las ciudades, con estado de miedo y angustia,
• Falta de enemigo claro y contundente,
• Resentimiento.
El análisis de la relación entre la cultura y la ética implica en todo caso explorar el contenido y la voluntad política de las leyes que supimos conseguir; la estructura y las pautas operativas del poder de turno; los intereses que están en juego; la dominación por los factores de poder; la tendencia a la homogeneización de la sociedad; la identidad; la religión; la educación; los paradigmas; los resultados en nuestro caso de los procesos históricos de la conquista, la colonización y la transculturación.
El arte y la industria cultural no pararon de crecer desde la nada a partir de 1895 en Europa con productos muy caros de fabricar desde libros a puestas en escena de óperas cuya riqueza superaba a las de las monarquías en 1915 y que se mantenían con la fuerza de un público que pagaba en monedas de cinco centavos.
La provisión de entretenimiento que la industria cultural pone a disposición de consumidores predispuestos es un intento más de cosificación ya que, entre otras cosas, la industria cultural organiza y administra el ocio para una vida más productiva de un grupo social minoritario al decir de Theodor Adorno.
El mundo fue conquistado por una minoría desarrollada que transformó e impuso imágenes, ideas y cultura por la fuerza, por las instituciones, mediante el ejemplo o por la transformación social.
Alguien dijo: “mientras entraban los dividendos podían elevarse los pensamientos sublimes” esto significa que para dedicarse a las actividades culturales y artísticas se necesita dinero. La actividad poética de Rilke fue posible, al margen de su talento, gracias a la generosidad de un tío suyo y una serie de nobles aristócratas; Thomas Mann con los buenos negocios familiares al contrario de Dickens que estuvo varias veces preso por deudas o de nuestro Florencio Sánchez que robaba los formularios para telegramas de las oficinas de correo para escribir sus obras teatrales.
Muchos hombres de la cultura fueron lo que hoy se llaman autores comprometidos como Mozart que escribió una ópera propagandística de la francmasonería (La flauta mágica; 1790); Beethoven que dedicó La Heroica a Napoleón como heredero de la revolución francesa aunque luego se arrepintiera, Goethe que era funcionario y hombre de Estado, Dickens que denunciara los abusos sociales, Wagner y Goya que conocieron el destierro político, Balzac que mostrara la conciencia social en su Comedia Humana.
Las obras culturales y artísticas necesitan del apoyo económico, entre otras cosas, de él depende la posibilidades creativas y culturales de una sociedad aunque no al extremo del banquero inglés J. P. Morgan que ante la pregunta de cuánto costaba mantener un yate contestó ”si necesitas preguntarlo, no puedes permitírtelo” y más aún cuando John D. Rockefeller al enterarse de la muerte de Morgan que había dejado 80 millones de dólares en herencia dijo “y todos pensábamos que era rico”.
El prestigio de la razón, de la técnica y de la ciencia es muy grande en nuestro tiempo y para algunos se inicia en Occidente con la irrupción de la clase mercantil cuyos instrumentos son el dinero y la inteligencia y no tienen normas morales, atributos nacionales, raciales o religiosos. El dinero se ha convertido, en detrimento del arte y la cultura, en capital y ha dejado, desde hace mucho tiempo, de ser un simple instrumento de intercambio para convertirse en potencia autónoma que permite la obtención de mercancías y que sirve para obtener más dinero. Se hace difícil, entonces, compatibilizar arte, cultura y mercantilismo aunque se mercantilizan la mayor parte de los productos culturales y artísticos al menos en nuestra cultura. Arte y cultura es una visión del mundo o un ejercicio formal intrascendente.
La tan mentada identidad colectiva es sólo el acatamiento común a un determinado juego de respuestas a los eternos problemas vitales que entra rápidamente en zozobra ante lo nuevo o ante el cambio. La convivencia con lo distinto y desigual es siempre un factor de alarma, de inestabilidad y de conflicto.
Los conjuntos sociales tienen una realidad convencional basada en acuerdos pactados a través de los episodios comunes de la historia de esa sociedad y en respuesta a desafíos o proyectos humanamente entendibles por todos.
Lo característico de las sociedades actuales es el reconocimiento de la pluralidad de grupos y de la autonomía de los individuos; la sociedad de hoy es una armonización pactada o convencional de grupos previos que deponen sus antagonismos por la fuerza del derecho o por el derecho de la fuerza y acuerdan unirse a la virtualidad o al artificio de formar una unidad superior. Nos parece que tendremos que tener el valor necesario para convivir con multiplicidad de formas étnicas y éticas cuya diversidad dificulta la identificación normalizadora y la convivencia.
La cultura es compleja y nada ingenua y plagada de retóricas tradicionales que liberan, a través del sesgo de técnicas muchas veces brillantes, una serie de significaciones ligadas al mundo en que vivimos y más todavía al sistema semántico en crisis del que formamos parte.
Decía Enrique Heine (1797–1856) "allí donde se comienza quemando libros, se termina quemando hombres". El fuego administrado por los hombres para quemar libros en distintas épocas ha querido matar la memoria, el conocimiento y la opinión, son los biblioclastas.
La destrucción de libros, que son parte importante de la cultura de los pueblos, a lo largo de la historia tuvo como objetivo la extinción de la identidad y la cultura de muchos pueblos. Los motivos y contextos para destruir libros han cambiado con el tiempo pero no sus efectos. Anualmente, también en nuestro país, millones de libros siguen ese camino y desaparecen así las obras de gran cantidad de autores. En Argentina y en todos los países democráticos la eliminación de textos responde a razones de mercado, a la necesidad de una organización racional entre la producción y lo obtenido. Se trata de la corrección de un mal cálculo. Dicen las actuales editoriales o productoras de libros que es más barato destruirlos cuando no se venden y que es un negocio a pura pérdida el donarlos. Los libros una vez exhibidos durante algún tiempo pasan a las mesas de saldos en las librerías, luego a los depósitos y finalmente mueren.
La necesidad de crear historias, de testimoniar, de expresarse y hacer conocer ideas y pensamientos siempre será ajena a toda ecuación ganancial; tal vez en este tiempo convenga la coexistencia de los libros en papel y los electrónicos pero siempre accesibles a la mayoría de los lectores. La destrucción, la quema y la prohibición de libros fueron siempre actos deliberados destinados a la destrucción cultural de los pueblos, para borrar la memoria de su cultura, debilitar su identidad y comenzar el proceso de transculturización; es un “memoricidio” que intenta borrar la memoria histórico-cultural destruyendo la cultura del lugar y muchas veces a los propios intelectuales.
Adolf Hitler (1933) pretendía que los alemanes leyeran sólo su Mein Kampf (Mi lucha) y mandó incendiar libros de Albert Einstein, Jack London, H. G. Wells, entre otros. Durante la dictadura argentina, la quema de libros representó un verdadero genocidio cultural, que se sumó a la desaparición de escritores.
El poder absoluto, el totalitario, el indiscriminado en diferentes épocas ha ejercido siempre y en cualquier lugar el poder para atropellar las ideas, censurar y prohibir textos.
Las censuras son de muy diferente índole, procedencia y magnitud. La censura suele tener aliados: la mafia, la impunidad, la mezquindad, la condición mediocre, la cobardía, la ignorancia, la política estatal.
“Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift aparecido en 1726 tuvo que soportar la denuncia de texto vil y obsceno; “Don Quijote” de Cervantes fue prohibido en Madrid por un párrafo que dice que los actos de caridad realizados negligentemente carecen de mérito; “Las aventuras de Sherlock Holmes” de sir Arthur Conan Doyle fue prohibida en la Unión Soviética en 1929 porque hacía referencias al ocultismo y el espiritismo; “Sin novedad en el frente” de Erich María Remarque fue prohibida en 1929 por los ejércitos de Austria y Checoslovaquia y vetada en Alemania e Italia en 1933 por contener propaganda antibélica y en Boston por obscenidad; “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll fue prohibida en China en 1931 por la razón de que los animales hablaban como seres humanos y ponía a los animales en el mismo nivel que el hombre; “Por quién doblan las campanas” de Ernest Hemingway fue enjuiciada en Turquía por estar difundiendo propaganda desfavorable al Estado; “Oliver Twist” de Charles Dickens tuvo que soportar una protesta en Nueva York en 1949 por que el texto ponía en tela de juicio el derecho que tienen los padres de proporcionar a sus hijos una educación libre y religiosa; el “Diccionario Americano de la Herencia” en 1976 fue retirado de circulación a causa de su lenguaje objetable; el “Diario de Ana Frank” publicado por primera vez en 1947 fue declarado “deprimente” en Alabama en 1983 por el Comité encargado de los libros de texto aduciendo que es mejor ignorar los horrores de la guerra y la represión por parte del Estado; “Las mil y una noches” fue confiscada su edición en Egipto argumentando que su lectura incitaba a las violaciones; “Budismo Zen. Escritos selectos” compilación de D.T, Suzuki se objetó en 1987 en EEUU porque se enseñaba la religión budista y sus principios lo que podía determinar que mucha gente abandonara su primitiva religión y adoptara la budista; “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez fue eliminado en 1986 de la biblioteca de una escuela en California por ser basura que se hace pasar por literatura; “Gringo viejo” de Carlos Fuentes fue retenida su edición en EEUU por considerar que se utiliza un lenguaje muy explícito; fueron censurados Shakespeare, Salinger, Mark Twain, Updike…pese a la famosa enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica que consagra y afirma la libertad de expresión, la libertad de cultos y la libertad de prensa.
“Trópico de cáncer” de Henry Miller fue prohibida así como “Lolita” de Vladimir Nabokov; “Los versos satánicos” de Salman Rushdie y también en Argentina: “Nanina” de Germán García (1968), “The Buenos Aires affaire” de Manuel Puig, Rodolfo Walsh, Esteban Echeverría y su “El matadero” que esperó décadas para editarse y distribuirse y mucho más atrás a Manuel José de Lavardén que lleva a escena “El Siripo” en 1789 que debió corregir y sacrificar gran parte del texto y buscar referentes para recibir favores para concretar la representación; “El cencerro de cristal” de 1915 de Ricardo Güiraldes; “Los invertidos” de José González Castillo en 1914; los textos de Juan José de Soiza Reilly; “Ganarse la muerte” de Griselda Gambaro; prohibiciones a Leopoldo Torre Nilsson, Cortázar; Viñas, Haroldo Conti, Paco Urondo…
La mayoría de las censuras responden a razones de explícita política estatal a las que acompañan prejuicios y discriminación por género, sistema de creencias religiosas, la inconveniencia de la fantasía versus el pragmatismo, el peligro de minar la ideología en boga, la crítica a la eficacia y la eficiencia como valores inobjetables, la idea bizarra que la literatura debe transmitir siempre algo del mundo real y verdadero sin descuidar la forma y la apariencia y conservar y ejercer el poder normativo (Fuente: Mizraje, María Gabriela: “Los libros que no pueden leerse. Banned Book Week”; Revista de Cultura Ñ; N° 469; pág. 40-42; 22 de septiembre; 2012).
Como en la antigüedad, se quemaron los libros de la Editorial Centro Editor de América Latina en Buenos Aires, sello editorial que fundó José Boris Spivacow (1915 -1994); un millón y medio de libros y fascículos ardieron en un baldío de Sarandí en la Provincia de Buenos Aires de Argentina (26 de junio de 1978).
El 29 de abril de 1976, Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano... Dijo que lo hacía "a fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos, revistas... para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos". Y agregó: "De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina". (Diario La Opinión, 30 de abril de 1976).
La censura es una obscenidad inadmisible. La censura, la prohibición de pensar y expresarse libremente, la asfixia de la pluralidad de ideas y miradas señala, como siempre, la pobreza intrínseca de esa monstruosa máquina de impedir que lee poco, que lee mal la realidad, que no sabe historia y que no acepta el carácter inestable de la producción creativa del hombre. La historia se ha utilizado muchas veces para adoctrinar mal a las nuevas generaciones.
La cultura es una síntesis de un tesoro heredado. La cultura puede ser entendida como el conjunto de ideas y formas de vida del ser humano. La cultura es una instancia en la que cada grupo social, que son muchos y diferentes, organiza su identidad nutriéndose de repertorios interculturales. Lo importante y trascendente es proporcionar en los espacios sociales contextos adecuados dentro de los cuales esos grupos puedan ejercer sus oportunidades creativas y de desarrollo cultural.
El hombre y su comunidad contemporánea crea, construye y atesora cultura dentro de un cuadro preexistente razón por la cual es vana toda pretensión de una cultura puramente autóctona y sólo dependiente del presente. Desconocer o menospreciar las herencias es inconducente pero desdeñar nuestra raíz americana es peor aún. Nuestra América aspiró a construir hombres universales pero con sabor a su propia tierra, con sabor nativo, genuino y carácter propio sin localismos, sin pintoresquismos trasnochados y envejecidos apasionamientos patrioteros.
La cultura americana debería constituir una unidad integrada a la cultura universal pero afirmada en lo original y en lo suyo en identidad y pertenencia conjugando lo propio con lo recibido de otros. La Argentina, como otros países, no es un único país, sino una serie de países superpuestos.
Traducir lo que se ve o se escucha con palabras, traducir cultura, es difícil; cada pueblo tiene una manera de entender el mundo. Cuanto mayor carga simbólica tenga la cultura de los pueblos, cuando más abstracción proponga, tanto más difícil será su lectura e interpretación. El noroeste de nuestro país fue el núcleo geopolítico y fundacional de lo que después fue la Argentina.
Rescatar el trasfondo histórico permite recuperar la identidad y la pertenencia y, al mismo tiempo, plantear un nuevo regionalismo, dinámico, moderno y abierto al mundo. En el campo de la política cultural de Argentina, se ha intentado forzar desde siempre a las comunidades marginadas y a los pueblos originarios a acceder y aceptar la cultura de elite, sin respetar que esas comunidades tienen su propia cultura y producen sus propias obras. La noción de diversidad cultural implica reconocer que se construye cultura en todos lados aún en los pueblos más apartados y olvidados.
Los argentinos, casi todos nosotros, somos protagonistas de un mestizaje cultural creativo y enriquecedor; somos una experiencia social y cultural única. La Argentina es un escenario de una confluencia de etnias, religiones y culturas basada históricamente en el exterminio de una masa indígena importante y la inmigración masiva. La riqueza de los argentinos se basa en las bondades de su tierra y su clima; la mezcla de personas diversas y plurales nos ha dado una identidad única y quizás privilegiada.
La raíz de la actitud psicológica, social y cultural de los argentinos de estas latitudes proviene de su singular relación con la tierra. La tierra es una realidad brutal; es lo más seguro bajo el pie y bajo la espalda, cuando ha concluido la marcha. La tierra es la verdad definitiva, la primera y la última: es la vida y es la muerte. La tierra tiene secretos que hay que desentrañar si se quiere acordar la existencia humana con los ritmos de la armonía cósmica. Los griegos distinguían claramente la “poieses” que es la invención estética o la actividad creadora y la “tekhné” que es la reglamentación práctica que parece ser, hasta hoy, las herramientas para construir cultura.
Las reglas, normas y fórmulas pretendieron y pretenden enseñar la fabricación de belleza, de arte, de cultura.
Inquirir, que sigue siendo una práctica habitual de muchos poderes del Estado, es examinar papeles, obras, documentos, testimonios, libros, pensamientos escritos y separar los inútiles, los inconvenientes, los que se opongan o relativicen el orden establecido para quemarlos, destruirlos y si es posible quemar, destruir y hacer desaparecer a sus autores; es consultar, conferir y determinar desde el poder lo que se debe hacer, pensar y expresar.
La importancia del arte y la cultura radica en la cantidad y calidad de Universo que transforma y no puede ser valorado independientemente de los valores estéticos, éticos y metafísicos de su tiempo. En épocas de agotamiento y crisis se suele elogiar a artistas y creadores por sus innovaciones técnicas, por su ingenio retórico, por sus adquisiciones estilísticas que sólo son adquisiciones instrumentales que no conducen a nada trascendente y están muchas veces al servicio de las búsquedas de la Nada.
Una de las misiones del arte y la cultura es despertar a la criatura humana; ésta es una misión metafísica en el único animal metafísico que existe que es la persona humana, pues es el único que tiene conciencia de su muerte.
El arte y la cultura son expresiones integrales del hombre que restaura y recicla la unidad primitiva entre el yo y el universo, entre lo emocional y lo mental, entre lo individual y lo colectivo (E. Sábato) Los académicos y muchos intelectuales tienen una visión apocalíptica imaginando que una cultura sin codificación, sin normas, sin reglas fatalmente entra en el desorden, la declinación y la extinción, por suerte y pese a ello no pudieron impedir la aparición de grandes obras, de grandes creadores y de la cultura popular. Despojar de alma a la cultura para llevarla a planos exclusivamente utilitarios es condenarla a no tener futuro, es bloquear y esterilizar su permanencia viva entre nosotros.
Por sobre todas las cosas, es el pueblo quien inventa el debate, la crítica y la cultura en general. La cultura es espíritu y no sangre, más aún hoy en día en que se ha caído la mística de las razas. Desgraciadamente, el raquitismo espiritual de los pueblos originarios comenzó hace más de 500 años; la conquista fue una verdadera tragedia para los nativos; sólo una minoría se libró del yugo, el sufrimiento y la muerte y los beneficios que prometían la educación y la cultura fueron escasos e irreconocibles para ellos.
Por raro que parezca, uno de los principios que en los tiempos de la Colonia guiaban a nuestro pueblo, después de la religión, era la cultura intelectual y artística¸ adquirir éstas suponía la coronación de la vida social del mismo modo que la santidad era la coronación de la vida individual. Aquella cultura no era progresiva, se fundaba en la autoridad y no se basaba en la educación del pueblo como es natural y paradigmático en el mundo actual.
España había dado a sus colonias una organización cultural tan completa como la que ella misma poseía que se completó y recreó con el mestizaje; el hombre americano se parece bastante, en algún sentido, al hombre del mediterráneo lugar de confluencia de pueblos y de culturas que no tenía prejuicios arraigados de razas y que al menos en el siglo XVIII tenía doctrinas políticas y sociales igualitarias. Cada cultura es una cristalización de modos de pensar y de sentir; cada obra cultural se crea con medios propios y peculiares de expresión, aprovecha las experiencias anteriores pero las rehace, no es suma sino síntesis, es una invención.
Toda cultura genuina tiene sabor de primicia aún cuando ninguno de sus elementos resulte estrictamente nuevo; la novedad la da el color, el tinte emocional, la forma expresiva que recrea las emociones de muchas cosas que son eternas y universales y que surgen de cosas vistas por todos. De los griegos nos viene lo de la cultura; ellos contemplaron el conjunto de su haber espiritual como un gran sistema de educación, la Paideia, forma específica que entre ellos reviste lo que los modernos normalmente llamamos la cultura.
Esta idea de cultura, se instituye como un valor y último fin de la acción espiritual en esta tierra de las personalidades individuales y de los pueblos, sólo concebible sobre la base de una conciencia expresa de los valores de humanidad y educación. Es un hecho diferencial del mundo heleno-céntrico respecto de los otros orbes culturales.
La fuente originaria de esta concepción es griega. Los antiguos son los creadores y el prototipo de nuestro propio sistema de valores; su mundo de formas es el arsenal vivo de nuestra forma de vida espiritual. La cultura debe integrar lo individual con lo colectivo, lo temperamental con los valores, la originalidad con la tradición, la creación con la erudición, el ser con el mundo, lo particular con lo universal, ideal y permanente, lo subjetivo con lo objetivo, lo contemplativo con la acción, el intelecto con la sensibilidad, lo concreto con lo genérico, lo ideal con un bien entendido realismo práctico, la integración con el equilibrio y todo esto impregnado de belleza y trascendencia donde se conjugue la vida con el arte.
La política cultural, aún hoy, casi se ve restringida a la Bellas Artes y un número reducido de instituciones son productora de bienes, productos y servicios culturales a lo que se suma un persistente centralismo de la ciudad de Buenos Aires que impide construir un verdadero y consistente federalismo cultural. La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) ya reconocía como derecho humano fundamental de todo ciudadano “tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad”.
De ahí deviene que los Estados tienen la obligación de asegurar el ejercicio en plenitud de ese derecho a toda la población. Hoy se concibe la identidad nacional en el marco de la diversidad cultural soslayando el límite impuesto por las fronteras territoriales; se trata de convivir en diversidad cultural en aras de causas comunes y, en nuestro caso, es impensable al margen de una dimensión indoamericana.
Hablar de cultura es referirse al uso de la libertad, el desarrollo económico y social, la justicia, la igualdad, al lazo entre cultura y educación, a la adopción de puntos de vista críticos por parte de la sociedad, a la construcción de ciudadanía, a la economía y las industrias culturales, a la identidad nacional sin negar lo global. Hay más de quinientas definiciones de cultura pero más que el significado de la palabra importa más su uso político en los cambiantes momentos históricos de las sociedades.
La selección y la consecuente discriminación social, que se resiste a desaparecer, entre sociedades civilizadas y cultas, entre civilización o barbarie, entre países desarrollados o del primer mundo y países en vías de desarrollo (que reemplaza al término subdesarrollado) o del tercer mundo en una “aldea global” posmoderna repleta de desigualdades e inequidades se combate, entre otras cosas, con cultura como segunda naturaleza, como comportamientos, prácticas, costumbres, tradiciones, diversos “sentidos comunes” o cosmovisiones que son formas de percibir y pensar la realidad y que deben ser respetadas, finalmente, son formas que las sociedades eligen para vivir juntos a través de una “vida cultural” que tiene que ver con nuestra capacidad y maneras de expresarnos y comunicarnos con los otros, de ubicarnos en el mundo, de crear y recrear nuestro entorno a través de consensos o sentimientos compartidos y de la concertación combatiendo, peleando, discutiendo para llegar a acuerdos y hallar un área común de ideas, valores y acciones concretas.
El Estado no debe crear cultura sino políticas culturales que ayuden y dinamicen el surgimiento de la cultura, su transmisión, su conservación y, en todo caso, favorecer su observación crítica para ponerla en cuestión permanentemente. “Las políticas culturales consisten en fijar fines y objetivos precisos y los medios para lograrlos; son la forma en que el sector público articula la vida cultural del país” (José Nun).
El mayor nivel de creatividad no proviene del Estado sino que antes es una cualidad propia de los seres humanos y de sus organizaciones sociales, en este sentido, es adecuado desconcentrar derivando algunas funciones a estructuras pequeñas y, al mismo tiempo, descentralizar, es decir transferir poder de decisión y recursos a esas mismas estructuras comprendiendo que la institucionalidad no es un objetivo en sí mismo, sino un instrumento entre jurídico, legal y funcional.
Cualquier excluido social es un excluido cultural que no alcanza, en estas condiciones, a tener condiciones de mejor ciudadanía y tampoco logra tener identidad ni pertenencia. La identidad, decía Carlos Fuentes, es lo que somos hoy y lo que somos hoy es el resultado de todo lo que fuimos y de un proceso de construcción del futuro, porque somos cambio y somos dinámicos.
La cultura otorga sentido al desarrollo entendido como proyecto, como acuerdo, como utopía y, en todo caso, el desarrollo es producto de un proyecto y más aún en sociedades profundamente desiguales, pobres y diversas. Habría que estimular en el seno de los pueblos la praxis y el proceso permanente de reflexión-acción-reflexión-acción para transformar y adecuar el mundo que nos rodea a través del diálogo que es la palabra que atraviesa y que resume conocimiento y pensamiento en acto con respeto por las diferencias y la palabra de los otros; hay que recuperar lo local como espacio de desarrollo y cultura.
El mundo actual y más aún el del futuro se caracterizan por la cultura del conocimiento y la información y por el valor de la creatividad y la innovación. La Argentina es heredera de una formidable tradición cultural, tiene capital humano y las condiciones necesarias, aún con recursos económicos insuficientes, para desarrollar cultura; la Nación debiera incluir presupuestos mínimos para la promoción y el desarrollo cultural y para la protección del patrimonio cultural.
Es necesaria una nueva cultura pedagógica en el campo de la educación, superadora de las prácticas de normalización homogeneizadora de las diferencias inculcadas desde siempre que acepte e integre la diversidad cultural, la interculturalidad y la inclusión social y que reivindique identidades y derechos culturales pese a que en el mundo actual las identidades tienen gran movilidad, están desancladas, son inestables y difusas. La verdadera identidad de la Argentina es la diversidad; somos un mosaico de identidades sin alcanzar todavía una totalidad, un ser nacional como pieza única formada por muchas piezas únicas; una totalidad a partir de las diferencias.
El proyecto cultural de un país se concreta, entre otras cosas, en su modelo educativo; los valores culturales que justifican y sostienen a las instituciones determinan no en exclusividad el proyecto cultural de una nación.; el sistema educativo legitima sólo una parte del universo cultural, que el poder dominante reproduce en cada momento histórico (Bourdieu); todo país está condicionado por la calidad de su educación y el desarrollo de su cultura.
Deberíamos recuperar el buen uso del lenguaje y a la lengua como el gran ejercicio de comprensión y autocomprensión del mundo, la polémica, el acceso democrático al conocimiento, las ideas, los libros, la comprensión de textos, la capacidad de subjetivación porque promueven socialmente, es reconocido y premiado por la sociedad. La batalla cultural es la madre de todas las batallas y esta batalla no es instrumental, es profundamente política. La Argentina profunda tiene en forma invisibilizada una elevada fragmentación lingüística y cultural, en un contexto de enorme extensión territorial, de diversidad geográfica y étnica.
Tenemos un ecosistema cultural tan rico como frágil e invertebrado inmersos en una sensación generalizada de fracaso tras fracaso como sociedad y con la falta de concreción de un proyecto renovado y en consonancia con el mundo actual. El proceso de construcción de la Argentina de hoy debería hacerse desde la cultura con efectiva transversalidad, suficiente dotación presupuestaria y políticas públicas fuertes orientadas hacia la cohesión social, la proximidad, la inclusión, la diversidad y el desarrollo de ciudadanía. La cultura debe ser entendida como una actividad y como el núcleo de la vida democrática.
La cultura es el destino reflexivo y creador que constituye la experiencia vivida de una sociedad. No se trata sólo ni ante todo del repertorio de valores que crea un país sino de la capacidad que el país tiene de entablar una relación crítica con los valores que produce. Esto es lo que permite que la cultura sea una fuerza incidental en la configuración de la vida democrática (S. Kovadloff).
La amenaza contracultural número uno, parafraseando a Fernando Savater, incluye dos aspectos antagónicos: por un lado la homogeneización universal como resultado de la mundialización y, por otro, la creciente heterofobia que convierte cada diferencia humana en pretexto de hostilidad o exclusión.
Por culpa de la primera, el mundo se va uniformizando y empobreciendo, desaparecen las diferencias que son la sal cultural de la vida. Por culpa de la segunda, aumentan los desmanes del racismo, la xenofobia, el nacionalismo y la intolerancia religiosa; crece la hostilidad al mestizaje, principio fecundo de todas las edades de oro culturales y de toda innovación; se decretan identidades culturales y se las acoraza frente a las demás.
Lo que parece contraponerse es por un lado la pretensión de establecer pautas comunes universales que garanticen una cierta armonía entre las sociedades masificadas y por otro la exasperación de lo diverso y particular, que reivindica la irreductible variedad de entender lo humano.
Se teme a los peligros que implica la variedad que impide la armonía y estimula los antagonismos sin tener en cuenta que la hegemonía política y cultural impone el beneficio o los ideales de unos cuantos a costa de los demás.
La falta de cultura también es causa de exclusión social. El prestigio de la razón, del conocimiento, de la técnica, de la ciencia, del dinero y de la inteligencia especializada es muy grande en nuestro tiempo. Adquirir cultura intelectual y artística supone la coronación de la vida social que nos hace personas, ciudadanos, socialmente útiles, libres, críticos, plurales e incluidos.
Dr. Leandro Strejilevich
Artículo 4
“BIOETICA ES TODO” : Reflexiones acerca de nuestra realidad de argentinos
Hace una semanas, en un Congreso de Bioética en Méjico, un grupo de jóvenes Médicos, me preguntaba si tenía una nueva definición para la Bioética. Casi sin pensar, acuñe una ; les dije “ Bioética es todo…”. Y creo que es así. Desde que la ética pertenece a la historia de los hombres desde Grecia y que el “ bios” representa “ vida” , una cosa esta unida a la naturaleza de la otra y es que, siendo hombres, nada de lo humano nos puede ser extraño, al decir de Terencio y de allí que la ética deba estar inmersa en todo lo que hacemos como hombres, lo que nos rodea , lo que vivimos y disfrutamos cada día, lo que sufrimos y creamos, lo que vemos pasar y lo que aprehendemos para nosotros y nuestras familias cada día. Adquiere así la cualidad de “todo” la bioética cuando nada es “ extraño al hombre.
En los comienzos de los ´90 empecé a disertar de Bioética y Medio ambiente en Ecoushuaia ´91, una de la primeras reuniones de Parlamentarios para analizar el tema de la Ecología ; en el 2000 comencé mi Tesis Doctoral en Filosofía, teniendo como tema central “ Ética,Pobreza y Salud” y hacia 2005 los primeros Cursos de “Bioética y Política” en la provincia de Salta y luego su inclusión en los Seminarios de Bioética Social que dicto en diferentes universidades del país y el extranjero.
Así entró la Bioética en la Política y fue figura central ya de dos Congresos Internacionales en países de América Latina en los que se destaco como de primordial importancia para el desarrollo de nuestros países. La Ética llego para quedarse en la médula de nuestros sistemas políticos, pero hay muchos que ni siquiera se han enterado de su existencia, a pesar de citarla repetidamente en una especie de “lustración expiatoria” que creen habrá de evitarles problemas más graves o dilatar su experiencia lo máximo posible.
¿Y en Argentina qué? ¿Se reconoce la necesidad de contar con una Ética Política para el desarrollo nacional?¿O es simplemente, como lo ha sido para algún partido político que hace mucho uso del doble discurso moral, otra “lustración “mas?
Los sucesos de público conocimiento con la rebeliones policiales, los disturbios consecuentes, los saqueos y la indiferencia del gobierno nacional hasta que al final se convencieron de una realidad que los había vencido y decidieron actuar , ¿qué significan?
La anomia y el doble discurso moral, ¿que representan?
Analicemos esta circunstancia política de Argentina, desde los principios de la Bioética, que son el de Beneficencia, el de No Maleficencia, el de Autonomía y el de Justicia.
El principio de Beneficencia determina que se debe buscar siempre el bien y la forma de mejorar las condiciones de la persona.
¿Hasta que punto puede ser beneficente un gobierno que manifiesta que la inseguridad es una “sensación” o que, como en el caso de nuestra provincia se atreve a manifestar que la seguridad no tiene problemas cuando ya existían focos de saqueo y clima de producción de disturbios?
¿Lo es, acaso, cuando reprime con la policía a ciudadanos que piden por su seguridad y por derechos fundamentales de convivencia?¿Es lícito y moral reprimir a ciudadanos inermes que solicitan cosas básicas que hacen a su condición de tales cuando la provincia se halla incendiada socialmente y sin respuestas adecuadas?.
¿Un gobierno Nacional que no presta ayuda oportuna a provincias cuyos gobernadores discrepan con el Poder Central o son de otro signo político, es beneficente con la Nación y sus habitantes?
¿Estas actitudes marcan el camino de la reconciliación nacional y la convivencia ´pacífica de ciudadanos de diferente signo o inclinación política?.
Creo que el principio de Beneficencia está ausente en este momento actual de la política argentina.
¿Y el principio de No Maleficencia? .El mismo establece que cuando no se pueda hacer el bien, se debe procurar no hacer daño o hace el menor daño posible.
¿No mandar refuerzos de seguridad o hacerlo muy tarde a una provincia , es cumplir con el mismo?.
¿Permitir saqueos que no evidencian necesidades mínimas indispensables de vida o necesidades básicas insatisfechas , pero que si causan daños irreparables a otros, ya sean estos morales, económicos o funcionales , es cumplirlo?.Hemos tenido muchos robos de artículos de lujo o prescindibles, que salieron a la venta a las 24 horas de sustraídos, como el caso de miles de litros de pintura almacenados de una empresa distribuidora.
No solamente no se evitó el daño, sino que se permitió que este se causara a inocentes y desprotegidos.
No se cumplió con el principio de No Maleficencia.
El principio de Autonomía permite el libre albedrío de las personas y la posibilidad de tomas decisiones razonadas y razonables en lo que respecta a su vida, su bienestar y sus intereses, en este caso de habitantes de un determinado país, que se llama República Argentina.
Nadie tuvo la posibilidad de elegir entre modos alternativos de acción y o comisión. No hubo alternativas para el ciudadano normal que no fueran buscar refugio y tratar por su propia mano de defender lo suyo, en algunos casos lo que le había llevado una vida conseguir y mantener. Y a veces trasgrediendo la ley, como los casos de portación y uso de armas no autorizadas, que fueron comunes en defensa de la vida y los bienes, pero que no es lo deseable para un pueblo que quiere vivir en paz y convivencia respetuosa. La violencia no es la solución para los problemas de nuestro país y eso lo sabemos bien todos y en especial los políticos que muchas veces la propician como modo de salvar sus privilegios y prebendas y que solamente traerán como consecuencia un país disoluto y fragmentado.
No se respetó el principio de Autonomía.
¿Y con el de Justicia, que pasó?
Este principio establece que “a cada uno le corresponde lo suyo” y a veces es muy difícil saber quién es “cada cual” y que es “lo suyo”. A los que alguna vez se nos ha negado la justicia y la libre defensa, a pesar de tener razón , nos resulta más fácil saber que piensan de la Justicia algunos políticos y autoridades que detentan como norma el doble discurso moral, aquel que establece que las normas son para los otros, pero no para ellos y los propios y que usan instituciones tanto como para beneficios propios como para castigar a los que no piensan como ellos, como ha venido sucediendo en nuestro país con algunas instituciones a veces herméticas .
En el caso que nos ocupa, no se pensó en lo que le correspondía a cada uno y se condenó a muchos a la desgracia, el desastre y el aislamiento. No es lo mismo estar viviendo en una provincia asolada por robos y saqueos que en los grandes centros urbanos con seguridad y festejos para unos pocos, cuando la mayor parte del país sufre y se defiende como puede frente al caos.
¿Tiene algo que ver la Bioética con la Política?
“Bioética es todo”. Los problemas de nuestro país no son políticos o económicos solamente. Son Morales preponderantemente, y esa es nuestra tragedia.
ARMANDO M. PEREZ DE NUCCI *
*Doctor en Filosofía y en Medicina. Especialista en Bioética.
Artículo 5
LA ETICA, LA POLITICA Y LA POBREZA EN LA ARGENTINA DE COMIENZOS DEL SIGLO XXI
La paz camina de la mano de la justicia ( Juan Pablo II )
La ética pertenece a la vida cotidiana , a la aventura humana de vivir y , por ende , a la incertidumbre que la habita .Ética es una actitud reflexiva sobre que hacer , situada – y debe serlo así – en la realidad .Una realidad que es política , económica , profesional y – fundamentalmente – vivencial .No hace mucho, durante un Congreso en Méjico, un grupo de jóvenes médicos, me preguntaban si tenía alguna reflexión personal o una definición para la Bioética que estábamos viviendo los bioeticistas – la vieja definición es ya de fines de los ´70 del siglo pasado, cuando recién empezábamos a transitar ese camino- y, en base a mi experiencia, que me ha llevado a trasladar la bioética a muchos de los aspectos cotidianos de la vida, les respondí que, para mí, “ Bioética es todo”. A partir del año 1992 en que introduje la Ecología entre los temas de la Bioética, fui agregando otros, tales como la violencia , los derechos humanos, el malestar social , los grupos vulnerables , la política y la pobreza, siendo esta última materia, el tema central de mi Tesis de Doctorado en Filosofía.
En esta publicación, pretendo conectar la Bioética, la Política y la Pobreza como elementos aglutinantes de una cierta situación social que causa muchos problemas en nuestro país.
He comentado ya antes en esta y otras columnas, que la dimensión económica ha venido a modificar la realidad de nuestra sociedad y ha condicionado formas de enfermar,sanar y morir diferentes a la de nuestros abuelos, de acuerdo a la disponibilidad de tecnología, recursos médicos y monetarios .
Los pobres , que casi llegaaron al 50% de nuestra población hacia 1971 , son un componente fundamental de nuestro existir de ciudadanos y una vida moral que los tenga en cuenta no es producto de un sentimiento individual, sino una forma de participación comunitaria .
Solamente podemos entender la projimidad desde un punto de vista social y solidario,ya que desde el del médico-económico se ha perdido la igualdad ante la enfermedad y la muerte. Hoy se muere mas de pobreza que de enfermedad .
Frente a los pobres , lo que está en juego no son los principios , sino como aplicarlos hic et nunc, aquí y ahora .Una sociedad buena no se forja solamente con buenos principios , sino con políticas que establezcan reglas y medidas que dignifiquen a los habitantes de una nación ,es decir crear fuentes de trabajo , educación para todos , promoción y preservación de la salud , desarrollo y ejecución de viviendas , ejercicio de la libertad y de una auténtica democracia .Solamente en la práctica cotidiana puede la política demostrar la coherencia o no de sus discursos . Los principios morales no son la acción pero sí se patentizan en ella . La ética adquiere su presencia solamente en la preocupación por las consecuencias que tienen nuestras acciones en la vida de otros seres humanos, que aceptamos en coexistencia con nosotros … (H.Maturana).
Por ello , mas que interrogarnos por el bien , hay que encarnarlo en la figura precisa de los pobres, aquellos que no solamente tienen hambre de pan , sino además sed de justicia , de educación , de igualdad de oportunidades ,de no discriminación , de apetencia de dignidad humana que ciertos aspectos del mundo globalizado le están negando la última década en Argentina . Y, lo que es mucho mas importante en nuestra reciente actividad en Salta y en el país, de una cultura federal que exprese las distintas facetas, igualdades y desigualdades que la misma tiene en común unión con aquellos de otras regiones. No otro sentido ha tenido la creación en la vecina provincia, del Consejo Federal del Folklore de la República Argentina (COFFAR), que está trabajando tesoneramente en este campo y mirando de cerca la creación ética de culturas regionales , originarias y nacionales en el marco también – porque no decirlo- de la desigualdad y la pobreza de nuestros pobladores de la región.
Volviendo a nuestro tema central, un conocido político del siglo pasado solía decir que la única verdad es la realidad .Y la única realidad de la política , la cultura y la medicina pública actuales es la pobreza y la desgualdad. Y , ¿ qué es ser pobre en la Argentina de hoy ? .
La palabra pobre puede tener varios sentidos . En primer lugar cualifica a aquellos que están en la miseria. Pero también va a identificar a aquellos que carecen de privilegios , a los que no solamente no tienen dinero , sino tampoco inteligencia , honor o posibilidades . También define a los pobres en espíritu que mencionan las Escrituras , a los que buscan el Reino y la Justicia y claman por ellos . Los pobre son mucho mas de lo que imaginamos a veces . Y somos los médicos, los ´políticos, los intelectuales los que, en la gran mayoria de los casoss , estamos en íntimo contacto con ellos .
En este aspecto – el médico propiamente dicho -, se ha perdido la igualdad ante la muerte , que había caracterizado a la medicina desde sus comienzos .La tecnología actual nos ha privado de esta igualdad, mas aún , de la preparación que desde tiempos antiguos los humanos realizaban para ella ,ya que el factor económico condiciona formas de morir , mas o menos confortables, según la condición de aquel que va a finalizar su vida . La desigualdad rente a la enfermedad y la muerte se está marcando cada vez mas en una Argentina que está privilegiando el ajuste y la disminución del gasto fiscal frente a la accesibilidad de la gente de menos recursos a sistemas satisfactorios de salud . El gasto social ha pasado a un segundo plano .
Estas breves reflexiones comienzan con la frase de Pablo II acerca de que la paz camina al lado de la justicia . Ella evidencia la relación entre poder , justicia y pobreza y resalta aun mas el hecho de que la desintegración de la ecuación posibilidad – realidad en todos los niveles administrativos , sumado al doble discurso moral que está imperando en todas las instituciones estatales y las universidades entre otros , favorecen un estado de cosas que llevan a pauperizar mas a los pobres y crear condiciones inadmisibles de supervivencia .
¿ Que responsabilidad nos cabe a los profesionales , a los académicos , a los formadores de opinión en este proceso, a los guardianes de la cultura ? . Ni mas ni menos que la responsabilidad de desarrollar una relación en la que auténticamente respetemos a los otros y nos preocupemos por su bienestar . Por ello es moral lo que favorece el crecimiento de los hombres desde el poder político y es inmoral lo que excluye , discrimina o resta oportunidades a los gobernados . Una moral desentendida de los problemas de la gente , elucubrativa , académica y solamente discursiva es , cuanto mucho , pura ideología sin asiento en la realidad de los otros .
Proponemos una ética de la responsabilidad , una ética para el desarrollo de los pueblos , aquella de la lucha , no de unos contra otros , sino de todos juntos para todos . Ella pasa por la solidaridad in acto , inmediata , espontánea , próxima , real . La tarea inmediata de una praxis de la solidaridad pasa hoy por la creación y consolidación de un dia – logos , de una metafísica de la alteridad , un dialogo de solidaridades ( Kisnerman ) . que ilumine la aurora de un nuevo heroísmo y que busque un mundo , no sin desigualdades , sino con igualdades en las desigualdades , buscando lo esencial que es la dignidad del hombre , los derechos humanos , la educación para todos , la justicia practicada , la ley vivida como bondad necesaria y el humanismo .
Seamos solidarios y ecuánimes en la medida de nuestras posibilidades y cierro estas breves reflexiones con una frase del Cardenal Danielou , que se aplica no solamente a cristianos, sino a la humanidad toda y que esta referida a lo que considero debe ser nuestro grado de compromiso con los demás :
“No me gustan los cristianos que , por no ensuciarse la manos, se mantienen aparte de las relaciones humanas.Me gusta esa Iglesia que se compromete en lo mas denso de la naturaleza humana , que no teme comprometerse mezclándose en las historias s de los hombres , en sus conflictos políticos , en sus corrientes culturales .Me gusta esa iglesia porque ama a los hombres y los va a buscar donde están .Y me gusta mas esa Iglesia que recibe heridas de la historia porque esta mezclada con la historia, esa Iglesia de los pobres,cuyas debilidades denuncian los fariseos de manos puras que nunca han salvado a nadie “ .
En definitiva, ¿no es esa nuestra función de hombres y de hermanos? . Huelgan las palabras. Manos a la obra .
Dr. Armando Pérez de Nucci
Artículo 6
ETICA, POBREZA Y SALUD: UN PARADIGMA DE NUESTROS TIEMPOS
Las últimas cifras estadísticas, si bien indican aumentos en la producción de empleos y disminución de los índices de desempleo y subocupación, también nos muestras que el problema de la pobreza sigue vigente y actual. Existe una relación directa entre ética, pobreza y salud. Lo he venido afirmando los últimos años, desde que introduje el tema pobreza en el campo de la bioética, como uno de los problemas mas acuciantes de esta disciplina, porque del mismo podíamos hacer derivar muchos otros que hoy auejan a la salud actual, tales como la valoración moral del paciente, la inequidad en la atención de la salud, el pauperismo y las muertes innecesarias.
En nuestros días, vemos que los índices descendientes de pobreza, inequidad e indigencia han vuelto a subir nuevamente, lo que merece una evalución que tenga en cuenta las necesidades de la gente, que se expresa para protestar por la inequidad existente.
La medicina ha ido modificando a lo largo de su historia, el protagonismo que imprimió al sujeto enfermo. Muchos son los acontecimientos que han llevado a esta situación pero la pobreza, por sus implicancias sociales, es uno de los factores mas importantes de este cambio . La consecuencia ha sido el desleimiento y pérdida de protagonismo del paciente como sujeto de su cuadro morboso y su situación de inferioridad frente a la enfermedad. En este sentido, la medicina de comienzos del siglo XXI es una ciencia de problemática y decisiones éticas . .
La ciencia actual puede interferir el genoma y crear procedimientos para variar la pesada carga genética de la enfermedad humana, crear nuevas alternativas celulares mediante la clonación asociada a otros procedimientos, curar en muchos casos el cáncer mediante cirugía, radio , inmuno y quimioterapia , manipular el comienzo de la vida y la concepción y, en fin, modificar los límites de la vida y la muerte que hasta no hace mucho creíamos fijos y predeterminados. Pero, y he aquí el quid de la cuestión,¿ cuantos de estos avances están al alcance de los pobres?.La respuesta es pocos. Y ello hace que la medicina de comienzos del siglo XXI sea una ciencia de gigantes tecnológicos a la vez que de enanos éticos .
La presencia de la pobreza en todos los aspectos de la vida nacional, es particularmente importante en el campo de la salud de nuestra población y ha generado un importante espacio de reflexión al que he dedicado mucho del tiempo de mis estudios los últimos años, sobre todo en relación con dos de los pilares fundamentales del desarrollo de Argentina: la educación y la política sanitaria ,en íntima relación una con otra, ya que no es posible educar suficientemente a seres humanos enfermos de desnutrición ni tampoco implementar programas de educación sanitaria a analfabetos que , en la provincia de Tucumán rozaban a fines del año 2000 la cifra de mas de ciento treinta mil habitantes .Pobreza, ética y salud constituyen hoy una asociación ineludible para poder inteligir nuevas formas de vivir, enfermar, curar y morir en Argentina a comienzos del siglo XXI.
No es concebible una reflexión seria y responsable desde una antropoética del sujeto enfermo y de la sociedad que lo contiene, si aquella no está inserta en el contexto mundial de globalización ya que economía y salud, al menos en la historia de Tucumán y el Noroeste argentino, han tenido una estrecha y a veces traumática relación. Solamente la historia de los hospitales de nuestra provincia y del noroeste argentino basta como ejemplo para aclarar suficientemente este punto.
Convencido que la solución debe surgir desde un cambio de actitudes y conductas basadas en la educación y que estos solamente son viabilizables con el trabajo conjunto e interdisciplinario, la propuesta debe partir desde la ética, una ética para el desarrollo de los pueblos (EPDP) que tenga en cuenta la cosmovisión local y regional del problema , acorde a las circunstancias que vive nuestro país y sus posibilidades intelectuales y económicas . La propuesta es, definitivamente, una apuesta largo plazo destinada a eticizar , si se me permite el neologismo, los distintos estratos de la sociedad para crear un entorno mas justo, sobre todo para los pobres , primigenios y eternos destinatarios de este ejercicio profesional que se denomina medicina. Y ello se debe justamente porque la pobreza y pauperización de una amplia franja de la población de n uestroi país se ha visto afectada seriamente por ella a partir de los años noventa. Esto ha llevado a un cambio de las características éticas del acto médico y su consecuencia inmediata, que es la alteración de la relación médico paciente, traducida en un defectuoso acto médico que no contempla la realidad de Argentina .
Se hace necesario, pues, enfocar este acto desde la antropología y la ética biomédicas a partir de la nueva situación que se ha ido estructurando debido al empobrecimiento gradual de un poco menos del 50% de los habitantes de nuestro país.
Surge nuevamente la necesidad de seguir desarrollando una Etica Para la Erradicación de la Pobreza ( EPEP) , que planteara como tema central de mi tesis en Filosofía y que, en pocas palabras, pasa por formar hombres dignos, instituciones ´digna y a la vez útiles, creación de ONG que suplan el rol del estado en algunos campos en que éste está fallando, formación ética y conduccional de los políticos , entre otras premisas de esta propuesta.
Afortunadamente, algunas de estas etapas se están cumpliendo y ya se cuenta con recursos humanos para emprender la tarea de disminuir la inequidad y la pobreza, hechos considerados como participantes de la “humanitas” de la “homintas” , es decir lo que de humano tiene el hombre, gestor y única razón de ser de nuestro trabajo profesional e intelectual.
Dr. Armando Pérez de Nucci
Doctor en Medicina y en Filosofía. Diplomado en Geopolítica. Especialista en Bioética .
Artículo 6
FOLKLORE, CULTURA Y ETICA
El folklore significa para nuestro país, la revalorización de lo auténticamente nuestro, de nuestras raíces y tradiciones mas puras, que se han mantenido a los largo de los siglos . Es el conjunto de tradiciones, valores, símbolos,creencias y modelos que actúan como modelador de un grupo social y que actúa como sustrato para que los individuos que los forman puedan fundamentar su sentido de pertenencia.Es uno de los componentes de lo que se ha dado en llamar “Patrimonio Cultural Intangible” que engloba muchas manifestaciones de la cultura general.
.No obstante , las culturas no son homogéneas,; dentro de ellas se encuentra grupos o subculturas que hacen parte de la diversidad al interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante. Es, en nuestro caso, las referidas a la identidad del noroeste argentino, inmersas en el conjunto vasto que representa la República Argentina. Así, hemos desarrollado idiosincrasias, tradiciones, movimientos y valores culturales propios que hacen a nuestra identidad , recibiendo los aportes de otras regiones, para llegar a constituir ese vasto conjunto que podemos llamar “ el “ folklore argentino. Algunos autores han comenzado a estudiar las identidades culturales no solamente como un fenómeno en sí mismas, sino como un fenómeno en oposición a otras identidades culturales. En esta corriente se considera que la identidad cultural se define por oposición a otras. En grupo se define a sí mismo como tal, al notar y acentuar las diferencias con otros grupos y culturas. Según esta corriente, cualquier cultura se define a sí misma en relación, o más precisamente en oposición a otras culturas. Así, la gente que cree pertenecer a la misma cultura, tienen esta idea porque se basan parcialmente en un conjunto de normas comunes, pero la apreciación de tales códigos comunes es posible solamente mediante la confrontación con su ausencia, es decir, con otras culturas, académicamente esto es conocido como la "otredad". La “ otredad” y la “mismidad” constituyen, entonces, parte de nuestra cultura nacional y su estudio es insoslayable cuando se pretende hacer un estudio racional y coherente de los factores que constituyen nuestro folklore, que va a pasar de la pretendida ambición de muchos de hacer “ un solo” folklore, y los que pensamos en la multiplicidad de raíces culturales que tiene nuestra Argentina, tan vasta y profundamente cultural. Definición de folklore implica, pues, un profundo sentido de contacto “ entre” culturas, sin que cada una de ellas pierda identidad, sino mas bien con la vista puesta, como hacemos con nuestra medicina folklórica , de articular concepciones, que mantienen su individualidad cada una, integrando un conjunto de pensamiento en cuanto a la acción y la producción cultural. Más aún, esas relaciones nunca son de igualdad, dado que nunca se manifiestan de manera aislada: la complicada red de relaciones creada por la superposición de relaciones políticas, económicas, científicas y culturales, convierte cualquier relación entre dos culturas en una relación desigual. Desigual no implica desproporcionada ni asimétrica , solamente se refiere a la heterogeneidad de pensamiento de cada región de nuestro extenso país, en un plano de igualdad intelectual .
Un elemento fundante y muy importante en la construcción de organizaciones que se han de encargar del tema folklore en nuestra sociedad, es el referido a la ética ya que la forma, tal vez, más evidente en que se muestra la identificación de los individuos con una cultura es en la aceptación de los valores éticos y morales que actúan como soportes y referentes para preservar el orden de la sociedad. Su aceptación y cumplimiento hacen más soportable lo importante en la cultura y tradición de nuestros pueblos. Bienvenidas sean las tareas que los individuos deben cumplir y, a la vez que conserva a los individuos en el grupo, limita la acción del indiferente y el peligro de los disidentes. En este sentido, se dice que los valores expresan la tensión entre el deseo (del individuo) y lo realizable (en lo social). Tal tensión es productiva mientras los individuos puedan representarse su propia existencia y darse una imagen estable y duradera de sí mismos, lo que es posible con una memoria atenta que reactualice e integre de manera permanente los acontecimientos fundantes de su propia identidad y los proyecte como orientación hacia acciones futuras responsables y creativas. Esta tensión es inmanente a todo imaginario social, ya que las tradiciones heredadas del pasado y las iniciativas de cambio del presente se expresan en ellos .
En el caso de mi incumbencia, que es el de la medicina folklórica o tradicional del noroeste, la misma es fruto de dieciocho mil años de quehacer empírico y mágico al servicio de la curación de los habitantes de nuestra zona , manteniendo hasta nuestros días muchos de sus componentes originales y observando fenómenos de sincretismo religioso y científico imposibles de soslayar por el paso ineludible del tiempo y las costumbres imperantes a lo largo de siglos de existencia .La presencia de la bioética en la relación entre medicina folklórica y medicina científica es muy importante , ya que del equilibrio resultante entre ambas posibilidades de curar resulta esencial para lograr planes de salud que tengan en cuenta la idiosincrasia de los habitantes de nuestra región, sobre todo de aquellos grupos en los que – como he escuchado con alguna frecuencia en mi tarea investigativa – manifiestan con alguna frecuencia que a la zona donde viven “ no llega el doctor “ , hecho afortunadamente cada vez menos frecuente en el noroeste argentino , pero que evidencia una carencia que no puede ser llenada con planes que se ejecuten a mil trescientos o mas kilómetros de distancia y que no reflejan la cosmovisión de nuestros grupos autóctonos . No se puede legislar a distancia del problema y de espaldas a la realidad cotidiana de nuestros pueblos.
El Noroeste argentino es un área cultural de gran importancia, que ha recibido influencias directas e indirectas de las más importantes culturas andinas y ya hacia 1480 al llegar los Incas a la región, establecieron una serie de alianzas con los pueblos autóctonos, transmitiéndoles sus conocimientos y avances culturales y sanitarios y es justamente aquí donde los españoles al llegar encuentran una cultura médica avanzada que les permitió suplir la ausencia bastante frecuente de médicos que acompañaran a las expediciones colonizadoras . De esta manera, la medicina folklórica o tradicional del Noroeste Argentino tiene raíces que se hunden en la bruma de los tiempos y ha demostrado su eficiencia en muchos casos hasta nuestros días, siendo un valioso auxiliar de la medicina científica u oficial de nuestra zona.
Por otro lado, el protagonista de la medicina ha sido, y lo sigue siendo, el hombre cuyo corazón siempre ha latido de la misma forma debajo de la toga romana, la armadura medioeval o el poncho de nuestros paisanos. Es el mismo que habla a través de los testimonios vertidos en los textos que he escrito sobre el tema de la medicina tradicional y ha marcado un rumbo definitivo en el accionar de los médicos. A este respecto, dice T. Lambo, ex Director Adjunto de la organización Mundial de la salud que “los médicos brujos o curanderos tradicionales no son menos útiles que los psiquiatras y psicoterapeutas de los países occidentales. Los hombres se sienten cada vez más aislados y anhelan tener la oportunidad de hablar con alguien y dar rienda suelta a sus emociones. A pesar de la civilización tecnológicas, los hombres siguen necesitando participar en ritos, cualesquiera sea el culto al que pertenezcan…”.
Un elemento fundante y muy importante en la construcción de organizaciones que se han de encargar del tema folklore en nuestra sociedad, es el referido a la ética ya que la forma, tal vez, más evidente en que se muestra la identificación de los individuos con una cultura es en la aceptación de los valores éticos y morales que actúan como soportes y referentes para preservar el orden de la sociedad. Su aceptación y cumplimiento hacen más soportable las tareas que los individuos deben cumplir y, a la vez que conserva a los individuos en el grupo, limita la acción del indiferente y el peligro de los disidentes. En este sentido, se dice que los valores expresan la tensión entre el deseo (del individuo) y lo realizable (en lo social). Tal tensión es productiva mientras los individuos puedan representarse su propia existencia y darse una imagen estable y duradera de sí mismos, lo que es posible con una memoria atenta que reactualice e integre de manera permanente los acontecimientos fundantes de su propia identidad y los proyecte como orientación hacia acciones futuras responsables y creativas. Esta tensión es inmanente a todo imaginario social, ya que las tradiciones heredadas del pasado y las iniciativas de cambio del presente se expresan en ellos.
Se denomina moral al conjunto de normas de comportamiento generalmente aceptadas por una sociedad, estas normas marcan lo que está bien y lo que está mal y se van afianzando por las costumbres y se mantienen por la tradición. La moral y la ley suelen estar íntimamente relacionadas ya que estas normas morales se formalizan en el derecho. Aunque no siempre las leyes son morales o justas.
Ahora bien, la ética es la reflexión sobre las diferentes moralidades que se dan en las sociedades del mundo, por ello, la ética supone una actitud crítica sobre la moral y sobre las leyes.
La ética se supone una sola – mientras que morales hay muchas. La ética es la acción disciplinar que estudia la moral.
La bioética es la reflexión ética sobre todo lo que atañe a la vida, de manera que, como ya lo he expuesto antes, “bioética es todo”, definición intentada en respuesta al interrogante que me planteaban profesionales médico alumnos de postgrado durante un curso que diera en Méjico en noviembre de 2013.
Y creo que es así, “bioética es todo…” Desde que la ética pertenece a la historia de los hombres desde Grecia y que el “ bios” representa “ vida” , una cosa esta unida a la naturaleza de la otra y es que, siendo hombres, nada de lo humano nos puede ser extraño, al decir de Terencio y de allí que la ética deba estar inmersa en todo lo que hacemos como hombres, lo que nos rodea , lo que vivimos y disfrutamos cada día, lo que sufrimos y creamos, lo que vemos pasar y lo que aprehendemos para nosotros y nuestras familias cada día. Adquiere así la cualidad de “todo” la bioética cuando nada es “extraño” al hombre.
La bioética, como toda ciencia, profundiza en el estudio de los principios y en su aplicación. Debe conocer los fundamentos teóricos, y los mecanismos por los que los ordenamientos teóricos se articulan con los hechos fenomenológicos, los principios con los criterios, la verdad con su significado.
Definir la bioética como salud de la cultura supone entender la salud como plenitud de vida, y la cultura como el desarrollo humano que lleva a esa plenitud. Así pensábamos en los comienzos de la Bioética, a comienzos de los ´80. Después comprendí – como lo relato más adelante- que Bioética era más que relacionar la ética con el “ bios” y que, justamente, por ser “ bios” , atañía a todos los aspectos de la vida humana, social y de lo que n os rodea, como una nave en la que habitamos y viajamos a lo largo de nuestra existencia y que hay que cuidar porque es nuestro “ oikós” – casa en griego- , palabra de la que deriva, entre otros, el término “ ecología”.
En este contexto de pensamiento, la definición de bioética propuesta en 1978 por Reich, y recogida por Sgreccia en su Manual de Bioética, permite establecer esta relación con la moral, y vincularla según un carácter propio y específico, con las ciencias de la vida y la salud. En una primera definición se dice que la bioética es: "El estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizadas a la luz de los valores y los principios morales".
Pero estas disquisiciones fueron realizadas hacia 1980 y han pasado treinta y cuatro años y en ese intervalo me fui dando cuenta que “bioética es todo…” y empecé a trabajar en todos los campos que hacen a la vida humana y lo que la rodea y también a las cosas inanimadas.
Cultura, y por agregación folklore, son actividades humanas y por lo tanto pasibles de juicios de valor y consideración por la Bioética, que viene a complementarlos y hasta mejorarlos. De allí a introducir el término “culturética” se dio en casi un solo paso y empezó el desarrollo de este concepto y su introducción en el tema mayor de las culturas que estudiamos y practicamos.
Hoy ha llegado el momento de incorporar a nuestro discurso intelectual el de la cultura como unos de los problemas que atañe a la Bioética, y empezar a reflexionar sobre ella desde el discurso de la ética y sus aplicaciones que yo he llamado “situado” o bioética “regional”, porque atañe a problemas cotidianos que se encuentran en la situación de nuestros países latinoamericano sobre todo a comienzos del siglo XXI.
Cultura, en una de sus acepciones, es un conjunto de tradiciones, valores, símbolos, creencias y modelos que actúan como modelador de un grupo social y que actúa como sustrato para que los individuos que los forman puedan fundamentar su sentido de pertenencia. No obstante, las culturas no son homogéneas, dentro de ellas se encuentra grupos o subculturas que hacen parte de la diversidad al interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante.
Algunos autores han comenzado a estudiar las identidades culturales no solamente como un fenómeno en sí mismas, sino como un fenómeno en oposición a otras identidades culturales. En esta corriente se considera que la identidad cultural se define por oposición a otras. En grupo se define a sí mismo como tal, al notar y acentuar las diferencias con otros grupos y culturas. Según esta corriente, cualquier cultura se define a sí misma en relación, o más precisamente en oposición a otras culturas. Así, la gente que cree pertenecer a la misma cultura, tienen esta idea porque se basan parcialmente en un conjunto de normas comunes, pero la apreciación de tales códigos comunes es posible solamente mediante la confrontación con su ausencia, es decir, con otras culturas, académicamente esto es conocido como la "otredad". Y la “otredad” implica, casi naturalmente, bioeticidad.
La dinámica de la auto-definición cultural implica un continuo contacto entre culturas. Más aún, esas relaciones nunca son de igualdad, dado que nunca se manifiestan de manera aislada: la complicada red de relaciones creada por la superposición de relaciones políticas, económicas, científicas y culturales, convierte cualquier relación entre dos culturas en una relación desigual .El hecho mismo de que dentro de una cultura o práctica cultural exista la conciencia de una identidad común, implica que también hay un impulso hacia la preservación de esta identidad, hacia la auto-preservación de la cultura. Si la identidad es construida en oposición a los extraños, las intrusiones de otras culturas implican la pérdida de autonomía y por lo tanto la pérdida de identidad. Las convenciones compartidas en las que se basa una identidad son frecuentemente implícitas.
Cultura supone cultivo, implica promoción de vida. Cultura y bioética se relacionan en actos y hábitos de conducta que promueven la vida humana. La conducta es ética, adecuada al ordenamiento moral que toma la vida humana como bien de referencia.
La bioética se relaciona con la cultura en la medida que el “ethos”, o conducta, es capaz de promover vida, “bios”. De manera que vida, cultura, creación y conducta, son términos íntimamente entrelazados en nuestra presentación.
Y aquí podemos observar que aunque se presenten como “opciones válidas” o “formas de cultura”, los patrones de conducta contrarios a la vida y salud humana constituyen psicopatías o sociopatías; transforman el riesgo bioético de supervivencia, al que se refería Potter, en un riesgo de convivencia, dado no por un desequilibrio de la biosfera, sino del medioambiente socio-cultural.
Por otro lado, en la medida en que se manipularon el conocimiento y la cultura a través de lo que se conoció como knowledge management también se cultivaron “estilos de vida” en los que no es posible discernir entre salud y enfermedad, entre honesto y delictuoso, entre conducta ética y conducta inmoral.
Considerar el ser humano y la familia como valores de referencia, resulta imprescindible para lograr patrones de conducta saludables y a la vez dispensadoras de una reflexión moral.
Un ejemplo que podría ilustrar, acerca de la necesidad de referirse a las actividades profesionales y académicas, en un amplio concierto relacionado con la vida personal y la de la familia, es que la salud psíquica y social, debe vincularse con el periodismo, las comunicaciones, la educación, la economía, el derecho, el descanso y el recreo, el deporte, las modas, etc.
Los valores y las cuestiones bioéticas son fundamentales para el vivir social y ninguna sociedad puede desentenderse de ellos y por lo tanto es inevitable la intrusión de ma bioética en campos como los de la cultura , destacandose la contruccioón social de los valores y la subjetividad, ya que ya que la subjetivación es algo que se construye en sociedad. En el campo de la cultura resulta inseparable lo individual y lo colectivo , el ethos personal y el del “ nomos” para una construcción social que cada vez mas le esta requiriendo a lo colectivo la presencia de los valores éticos en todas las facetas del vivir cotidiano y la construcción de patrones de convivencia y desarrollo de lo intelectual con lo pr{áctico de todas las actividades humanas.
Este año, en nuestro Noroeste, se comienza a pensar la cultura desde la bioética.
Hoy ha llegado el momento de incorporar a nuestro discurso intelectual el de la cultura como unos de los problemas que atañe a la Bioética, y empezar a reflexionar sobre ella desde el discurso de la ética y sus aplicaciones que yo he llamado “situado” o bioética “regional”, porque atañe a problemas cotidianos que se encuentran en la situación de nuestros países latinoamericano sobre todo a comienzos del siglo XXI. Que no suene a los oídos pues, como una rareza, empezar a hablar de “culturética” desde ahora en adelante.
Son estas consideraciones una aproximación al tema, que se irán aumentando con el aporte de todos aquellos que piensen que ética no puede estar disociada de todas y cada una de las facetas que hacen a nuestro desarrollo político, profesional y cultural.
Dr. Armando Pérez de Nucci