
Por Alicia Poderti
Nació en Salta el 21 de abril de 1861. En su adolescencia obtuvo premios literarios y a los diecisiete años publicó La Leyenda Argentina, cuyo éxito literario lo incorporó al campo de las letras. En 1880 se estableció en Buenos Aires para comenzar su carrera en la política. Actuó en el movimiento de 1893, formando parte de la Convención que diera vida institucional a la Unión Cívica Radical. Fue Diputado en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires durante tres períodos consecutivos. En 1896 se doctoró en Derecho. A pedido del Gobernador de Buenos Aires -Dr. Bernardo de Irigoyen- ocupó, en 1898, la cartera de Gobierno. En 1900 fue designado catedrático de la Universidad Nacional de La Plata.
Ocho años después regresó a Salta para reorganizar el Partido Radical. Fue Gobernador de la provincia entre 1919 y 1921. Fundó la Biblioteca "Victorino de la Plaza" y creó la Escuela de Manualidades que hoy lleva su nombre. También fue distinguido e incorporado como Miembro de la Academia Argentina de Letras. Falleció en 1932.
Su vasta producción abarca tanto la vertiente literaria como los escritos relacionados con su accionar político: Acción y pensamiento al margen de la Historia, Labor parlamentaria, Más allá de la literatura, Labor dispersa, entre otros. En 1914 aparece el poema dramático en prosa y verso titulado El Limbo, que Castellanos firma con el seudónimo de "Dharma". Otros libros en prosa se publican a partir de 1888, como Ojeadas literarias, Güemes ante la Historia y Marcas a Fuego.
Su texto más comentado es una confesión lírica que Castellanos titula El Borracho y que aparece en 1887. El poema, impreso por primera vez en Salta en 1951, está diseñado en base a los clásicos postulados realistas-naturalistas, hasta entonces patrimonio exclusivo de la novela.
Podemos citar, entonces, entre sus obras: Ojeadas literarias (1886); El borracho (1887); Cuestiones de Derecho Público (sin fecha); LABOR DISPERSA (1909); ACCIÓN Y PENSAMIENTO (1917); EL LIMBO (1914); MARCAS A FUEGO (1922); EL TEMULENTO (1923); GUEMES ANTE LA HISTORIA (1926); POEMAS VIEJOS Y NUEVOS (1926).
Dejó un buen número de libros en preparación, poemas, artículos diversos muchos de los cuales fueron publicados por diarioos y revistas de la época.
Fue Miembro de Número de la Academia Argentina de Letras.
Don Juan Carlos Dávalos le escribía:
POETA, ya tu espíritu se hundió en el gran abismo
y columbra el terrible misterio del no ser.
Dios solamente sabe si dentro de ti mismo
se extinguió la noción del hoy y del ayer.
Acaso en ultravida triunfa el esceptismo
y te alejaste para nunca jamás volver;
pero en las almas queda vibrando tu lirismo
en un tránsito inmenso como un amanecer.
Descansarás por siglos al pié del San Bernardo,
como tal vez soñaste que ha de dormir un bardo,
cerca de sus mayores, en el valle natal.
Y tú que desdeñabas las glorias y los nombres
serás mientras aliente la raza de los hombres,
efímeros y tristes, un numen inmortal.
Juan Carlos Dávalos
"Últimos versos, 1932)
Fuente: www.portaldesalta.gov.ar